Pues bien, precisamente Lauberhorn está plantando batalla estos días por un tema de reparto de dinero por los derechos televisivos. Aseguran que cada año pierden entorno a 255.000 euros pese al récord de espectadores, así que el comité organizador y Swiss-Ski han tratado de llegar a un acuerdo que ha sido imposible. Ante esta situación la FIS ha cancelado la prueba que debían organizar en enero de 2022 ya que la de 2021 ya estaba aprobada.
Pero la Federación suiza no quiere que la etapa se vaya a otro país. Y es ahí donde los de Zermatt han querido aprovechar el momento para poder colarse en el exclusivo circuito de la Copa del Mundo. El calendario es muy justo, de apenas 4 meses, y son muchas las estaciones que quieren acoger una de las etapas. Hay quienes tienen una plaza fija cada año, como era la pista de Lauberhorn en Wengen, o la de Kitzbühel (Austria), Garmisch (Alemania), Sljeme (Croacia), Levi (Finlandia) y Cortina d'Ampezzo (Italia) son otros ejemplos. Mientras que en Bulgaria, Eslovaquia y últimamente Grandvalira, se van turnando cada tres o cuatro años.
Pero Zermatt no está. La localidad suiza es uno de los principales destinos turísticos del mundo en invierno, y tiene en marcha un plan de más de 150 millones de euros en mejoras para los próximos dos años. Pero no tienen una prueba de Copa del Mundo aunque la llevan merodeando desde hace tiempo.
Con la caída de Wengen en el calendario, Zermatt quiere ahora postularse para recoger el testigo, y además de manera espectacular. Sobre la mesa tienen un proyecto para construir una pista de Descenso que comenzaría en la parte suiza y acabaría en la italiana. Desde luego es algo original y nunca visto en la historia de la Copa del Mundo.
De aprobarse este proyecto tendríamos una pista de nada menos que 5 kilómetros de largo que comenzaría en los 3.889 metros del Gobba di Rollin (Pequeño Cervino) de Suiza, y tendría la linea de meta en los 2.814 metros de la Cime Bianche Lagui, ya en Italia. Recorrería un largo tramo por zona de glaciar, lo que aseguraría las condiciones de nieve bajo casi cualquier circunstancia y bajaría por la famosa Ventina en la parte italiana.
Estamos hablando de un Descenso que rozaría los tres minutos de duración. Para un corredor que baja a tumba abierta es muchísimo tiempo. La bajada de Lauberhorn acaba con muchos corredores exhaustos.
Sus promotores defienden que lo único que hay que hacer es diseñar por donde se va a hacer el trazado, y colocar las redes de seguridad. No hay que talar árboles ni hacer movimientos de tierra porque es una zona de mucha altitud en donde no hay nada más que un paisaje de invierno perenne.
Nadie duda de que el tema de Wengen, que lleva organizando carreras desde los años '30, antes de que se inventase la mismísima Copa del Mundo, se resolverá de una manera u otra. Así que los responsables de Zermatt proponen en ese caso, introducir su etapa inmediatamente después de Soelden, ya en el mes de noviembre.
No todo es tan simple y obvio, comenzando con los derechos y la producción televisiva, hasta la incertidumbre de la meteorología en ese período. Sin embargo el proyecto es indudablemente innovador.. Por otra parte, teniendo la linea de meta en Italia, los suizos podrían convertirse en una mera comparsa, a no ser que logren que sea su nombre el que aparezca en la prueba y eso les permita sacar un rendimiento económico..