De momento se está marcando con estacas la zona donde se abrirá una pista forestal, situada en el collado de Basibé.Son trabajos previos necesarios para que no caducara el estudio de impacto ambiental, aprobado en 2010, pero que caduca a finales del año que viene.
Este camino será el que se usará para colocar los remontes, su mantenimiento en invierno, y en verano lo podrá aprovechar para que los ganaderos de la zona puedan acceder a sus vacas en casos concrecto para los que actualmente se necesita usar un helicóptero.
La entrada de la primera de las máquinas no ha pasado desapercibida por los ecologistas, que ya han comenzado sus primeras movilizaciones difundiendo fotografías de las obras a través de las redes sociales, tal como apunta el Heraldo de Aragón.
No obstante las verdaderas obras para comenzar la ampliación de Cerler se realizarán en verano del año que viene. Será entonces cuando se instalará el primer remonte, un telesilla que partirá del Collado de Basibé, y dejará a los esquiadores justo hasta la actual terminal de salida del sextiplaza Basibé.
Para más adelante se deja la colocación del resto de remontes, otros tres telesillas que permitirá comenzar a esquiar desde el valle de Castanesa a 1.700 metros, donde se creará una zona de aparcamiento a la que se podrá llegar mediante una carretera de 7 kilómetros de largo para buses lanzadera, que partirá desde el pueblo de Fonchanina. El proyecto presentado hace 10 años, estimaba que se completaría en 2030, y que permitiría que la estación de Cerler ganará entre 425.000 y 505.000 esquiadores anuales por los cerca de 300.000 que está recibiendo actualmente.