St. Moritz es a Suiza, como los 150 años lo es al nacimiento del Turismo de Invierno. Pero Grisones posiblemente pocos podrían situarla en el mapa, y hasta mas de uno se atrevería a decir que es una raza de osos. Pero lo cierto es que fue gracias a la belleza de esta región suiza que es hoy uno de los epicentros europeos del esquí y los deportes de invierno.
Aquí tenemos algunas de las mejores estaciones del país, las que más reconocimiento internacional tienen y hasta las mas glamourosas y exclusivas. Empezando por St. Mortiz, donde un verano de 1864 un hotelero se apostó el alojamiento con sus clientes ingleses, a que si volvían en invierno tendrían, además de nieve, sol. Y ganó! Sus clientes pagaron sus habitaciones, y el pueblo empezó a ver como se llenaba de amantes de la montaña todo el año.
Aquello se desarrolló tanto, que en Grisones empezaron a nacer estaciones, algunas de ellas hoy rondando el centenario, que lograron atraer a lo mejor de Europa, nobles primero, beautiful people después, y hasta ricos empresarios hoy en día.
Y es que ¿quien no conoce las reuniones regulares que las personas más influyentes del mundo económico hacen en la estación de Davos? La estación tiene una de las mejores vistas de Suiza, y por supuesto impresionantes hoteles. Sus calles visten de tiendas donde el lujo se vende en forma de las mejores marcas de moda de esquí, pero también en joyas y modistos pret-a-porter. Junto a St. Moritz y Klosters, lugar de vacaciones de la familia Real Británica, son tres de las estaciones más exclusivas de Suiza.
Si te apetece ver todo este ambiente pero no quieres dejarte una fortuna en hoteles, puedes quedarte en Laax. Con más de 1 millón de días de esquí vendidos por temporada, es una de las estaciones más populares gracias a su variada oferta de alojamientos. Sin olvidar el exclusivismo (aquí incluso hay un remonte cuyas sillas han sido diseñadas por Porsche), ofrece también diversión para los que vienen a disfrutar del freestyle. Este invierno se ha construido el half-pipe más grande del mundo: 200 metros de largo y un ancho de 22 metros. Y para el que quiere pista y más pista, comparte forfait con su vecinas Flims.
No podemos olvidarnos tampoco de Lenzerheide o Arosa, ambas conectadas desde este año con un nuevo teleférico, creando un gigante de 225 kilómetros de pistas, el dominio más grande de Suiza.
Sería larguísimo enumerar las más de 40 estaciones que hay en Grisones. Un lugar que cualquier aficionado al esquí debería visitar aunque fuera una vez en su vida, porque además ha sabido conservar la tradición de sus pequeñas aldeas que salpican los valles con sus típicos chalets de madera. La gastronomía está a la altura de la historia con restaurantes excelentes y maravillosa comida auténtica.
Otra de las ventajas de Grisones es su nieve. La altura de sus estaciones y la cantidad de glaciares, hace que esté asegurada durante todo el invierno. De hecho la temporada aquí se abre en alguna estación a mediados de otoño, y no la cierran hasta el mes de Mayo.
Desde España el mejor acceso, y a menudo más económico, es volar hasta Zurich, y allí coger algún tren que te deje en Grisones. Suiza tiene una de las redes ferroviarias más extensas de Europa. Prácticamente cada pueblo tiene su conexión por raíl.