Barcelona renuncia a los Juegos de 2022
Trias achaca a la necesidad de "seguir construyendo el consenso político en Barcelona" para lograr una candidatura capaz de ganar los Juegos en 2026. Es decir, reconoce que sin el apoyo del PP a la cita y la consulta en la que los barceloneses deben avalar la apuesta por los Juegos, el alcalde no se ha atrevido a dar el paso, para el que contaba con mayoría suficiente, puesto el PSC y ERC respaldaban la candidatura a 2022.
El alcalde se defiende asegurando que de las conversaciones mantenidas en las últimas semanas con los responsables de los grupos municipales barceloneses, el Gobierno, el Comité Olímpico Español y el internacional, ha concluido que "no se dan las condiciones para ganar la edición de 2022". Trias se ha escudado en que el proyecto actual carece de la "credibilidad" necesaria para presentarse ante los ciudadanos de Barcelona y el propio COI como una opción atractiva y ha prometido trabajar personalmente para cambiar esa percepción de cara a 2026.
Trias también ha demandado un "firme compromiso a las administraciones" para acometer las inversiones necesarias para celebrar los Juegos. Cabe en este sentido recordar que el Estado debe pagar más de la mitad de dichas inversiones, pero que el 15% de la Generalitat implica un desembolso de más de 600 millones de euros que, dada su débil tesorería, se planteaba como una de las grandes amenazas a la viabilidad económica de la cita.
Ni una referencia ha realizado al alcalde a que la regla no escrita de la alternancia de continentes haría prácticamente imposible que los Juegos invernales vuelvan a celebrarse en Europa en esa fecha, lo que muchas voces interpretan cómo que la renuncia a los Juegos es ya definitiva, incluidos los propios socialistas, impulsores del proyecto cuando gobernaban Barcelona.