En Italia andan estos días revueltos por la polémica que ha suscitado la publicación en el diario La Repubblica, de las imágenes actuales de las instalaciones olímpicas que albergaron diferentes disciplinas para Turín 2006. Es el caso del trampolín de saltos, una instalación que se barajó hacerla de manera que se pudiera desmontar más tarde, pero que finalmente se construyó de cemento. Hoy se puede ver una enorme 'catedral' abandonada en mitad de la nieve que tuvo un coste de 34,3 millones de euros y que hace cuatro año que no acoge ninguna competición.
Entre los proyectos estaba el crear una escuela para lograr saltadores en los Alpes occidentales, y alquilar la instalación a equipos internacionales, pero 47 meses después, sigue abandonada. Incluso el hotel que se construyó al pie de la infraestructura con 120 camas está cerrado, ya que no se permite el paso por riesgo de avalanchas. La nieve se acumula en la rampa del trampolín, y cuando tiene mucho peso cae, con el riesgo de que alguien pudiera quedar atrapado bajo toneladas de nieve.
No es un caso aislado. De hecho, el 100% de las instalaciones que se construyeron para Turín 2006 quedaron abandonadas. Tanto la pista de fondo de Pragelatto, el estadio de Biathlon de Sansicario, o la de Bobsleigh, que costó la friolera de 61,4 millones de euros. Incluso alguna pista de esquí muestra signos de abandono en la Via Lattea. Aquí no se ha programado ninguna competición en cuatro años, ni tiene pinta de que se vaya a hacer, con los graves daños económicos que eso significa a la economía local.
20 millones de euros costó la pista de esquí de fondo de Pragelatto, un anillo de 10 kilómetros al que se le equipó con 12 cañones de nieve artificial y un embalse para alimentarlos. Esta pista ha sido degradada ahora a un mero sendero peatonal. Lo mismo ocurre con el Estadio Olímpico de Biathlon, que tuvo un coste de 25 millones de euros, y es el único autorizado en la región. Actualmente se muestra sumergido y oculto en la nieve, hasta el punto de que los pocos practicantes de este deporte, se tienen que ir a otras instalaciones de provincias de alrededor.
E idéntico caso nos encontramos con la espectacular pista de esquí alpino "Giovanni Agnelli", en Sestriere, a la que se le instaló un potente sistema de iluminaciópn nocturna que costó 7 millones de euros, y que ahora está totalmente abandonada, y ni siquiera se ha aprovechado para implantar el esquí nocturno.