Esta temporada la escalada de precios del combustible, hace que se estén reduciendo tanto el número de destinos como el de las frecuencias de vuelo y además se han encarecido las tasas y precios del billete, con lo que además de más difícil, al esquiador se le hace mas caro llegar a los aeropuertos de montaña que dan acceso a las pistas de esquí.
Aún así, algunas estaciones de esquí se han puesto un tope. Por ejemplo Steamboat accedió a incrementar un 14% los subsidios otorgados la temporada pasada hasta dejarlos en 2,8 millones de dólares, y ha aceptado que lleguen menos vuelos a su aeropuerto pese a que la campaña pasada se cerró con récord de afluencia. De todas maneras, espera tener que pagar tan solo entre 1,5 y 2,5 millones de dólares, después de que la temporada pasada solo diera 1,7 millones (Hay que recordar que solo se paga en función de los asientos vacíos). Estos coste se reparten con los alojamientos y empresas de la zona, que pagan una tasa de un 2% para estas subvenciones.
Telluride es otra de las estaciones que hará un esfuerzo extra para llenar los aviones con el objetivo de no tener que pagar tantas subvenciones, aunque ya se ha comprometido a aportar 1,96 millones de dólares, casi el doble de lo comprometido temporada pasada (1,16 millones), aunque finalmente solo pagó 450.000 dólares. De todas maneras, ha perdido alguna ruta. Nuevamente las comunidades de Telluride y Montrose comparten estos gastos.
Crested Butte en cambio ha aumentado sus subvenciones desde el millón de la temporada pasada hasta los 1,4 de esta, pero ha conseguido mas vuelos. Esta estación pagó 650.000 dólares la temporada pasada.
Vail Resorts no ha informado de cuanto paga, mientras que Aspen no paga subvenciones a las compañías aéreas.