Entre ellas, la gran sensación de la temporada, la joven de 19 años Kathrin Zettel, quien hasta el año pasado aún participaba en la Copa de Europa –corrió en Sierra Nevada en diciembre–, en una competición que sirve de vivero, y que este año ha explotado al máximo nivel. "Es una fuera de serie. Tiene una gran clase", resumía hace poco Mauro Pini, entrenador de Rienda. Zettel este año, en Aspen, fue tercera en el slalom y segunda en el gigante, y acabó segunda en el gigante de Spindleruv Mlyn. En la general de ambas especialidades está entre las tres primeras.
Junto a ella, sus compatriotas Michaela Dorfmeister, Andrea Fischbacher, Elisabeth Goergl, Marlies Schild, Nicole Hosp y Michaela Kirchgasser forman el potentísimo austriaco contra el que lucharán las únicas esquiadoras que en la actualidad les pueden plantar cara: la sueca Anja Paerson, la finlandesa Tanja Poutiainen, la croata Janica Kostelic y María José Rienda.
En Austria, el esquí es el deporte nacional. Y una prueba de la Copa del Mundo levanta una gran expectación, máxime si además entre las que optan al triunfo se encuentran las suyas. Las gradas instaladas a pie de meta se llenarán a tope.
Rienda llegó ayer por la tarde a Lienz. Ha permanecido dos días entrenando en Suiza; pasó Nochebuena y el día de Navidad junto a su marido, Ángel Izquierdo, en Innsbruck –a una hora de Lienz– y ayer ya se acomodó en el hotel austriaco. Hoy tendrá la oportunidad de inspeccionar la pista, en la que tuvo la oportunidad de correr en diciembre de 2003, también en Copa del Mundo, donde acabó sexta, tras ser tercera en la primera manga. La pista está ubicada entre árboles, es bastante estrecha y el marcaje no puede estar muy separado, lo que favorece sus cualidades técnicas. Rienda asistirá por la tarde al sorteo de dorsales.
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