Se reconoce "marcado por la montaña" donde, recuerda, perdió dos hijos en un accidente de escalada. Pionero del C.D. Navarra, ha trabajado en cordada con José Antonio Vidaurreta abriendo vías en el roquedal de Etxauri y habla con especial cariño de la Norte del Kiriako. Sin embargo suministra la impresión que es ahora cuando más se emociona observando desde las cornisas sarrios o marmotas. Lo que es indudables es que, después de haber enseñado a esquiar a más de 16.000 alumnos, saborea de otra forma más rica y pausada la montaña, "porque ahora los retos me cuestan mucho más, y así, al ir más despacio al subir y bajar, disfruto más, porque antes no me fijaba en detalles y formas geológicas".
Con esquís de madera
Cuando en la temporada de 1956 este entrenador de generaciones de padres e hijos en el Club de Tenis visitaba por primera vez Candanchú, Osasuna se manejaba con soltura en Primera División, Vidaurreta y Galdeano tomaban el relevo de Cañardo y Orbaiceta como ídolos del ciclismo, y Elvis Presley sorprendía al mundo moviendo la pelvis, aunque los pamploneses apenas se habían enterado porque acababa de llegar la televisión a España.
Eran los tiempos en los que Navarra sumaba poco más de 10.000 vehículos de motor, por lo que conseguir un autobús que tardara tres horas en llegar Pirineo era empresa tan complicada como calzarse las primeras tablas de madera que fabricaba el fallecido Pedro Domínguez El Zapa en la calle Mayor. Hoy, en la época de las ropas térmicas y los materiales aerodinámicos, Carballeda sigue enseñando las nuevas técnicas del carving y practicando el esquí alpino, de fondo y el de montaña.
¿Qué se encontró la primera vez que subió a Candanchú?
- Ya estaban los militares. Estaba el hotel Candanchú y el Somport, y el Refugio Santa Cristina de Montaña de Aragón. Fue hacia el 56 o 57. Tenía aproximadamente 15 años. Estaba la telesilla de madera y los postes eran de madera. Ibas tan a cámara lenta que entonces se subía por tiquets. No recuerdo qué se pagaba, pero cuando conseguíamos ir, a lo sumo teníamos para tres viajes. Pero hacíamos cinco viajes al Tobazo, dos pagando, uno a pinrel hasta arriba, y los otros dos saltando de la silla antes de la parte final. Así no entregábamos el tique arriba.
Usted llega al esquí a través del montañismo.
- En invierno teníamos un parón en la actividad de la montaña y la única manera de seguir en el monte era el esquí. El amigo "Zapa" nos proporcionaba material y nos dejaba pagar a plazos.
Aseguran que un equipo de esquiar costaba menos de un euro.
- A mí me costó menos de cien pesetas. Era un maderamen que no tenía marca. Había que lacarlos. Y empezamos con unas botas de montaña hechas por él. Tenía una marca propia de botas llamada Aralar hechas con cubiertas de rueda. Empecé con bastones de acero con unas arandelas enormes.
¿Nevaba más?
¿Quienes esquiaban cuando usted empezó?
- Esquiaban habitualmente los que tenían una posición social elevada, pero a través del "Zapa" comenzamos a esquiar los que éramos una clase trabajadora. Empezamos a fletar autobuses a través del Club Deportivo Navarra. Íbamos a Aralar, porque en aquel entonces nevaba. También disponíamos de un arrastre en Ibañeta.
Existe la opinión extendida de que en aquellos tiempos nevaba más.
- No. Creo que son ciclos. Repasas el Diario de Navarra y te encuentras con que igual, en navidades, hacía un sol espléndido. Hay épocas en las que nieva más y otras nieva menos. Por nuestra forma de vivir, al crear estos monstruos de ciudades, no se ayuda a conservar la nieve. Antes aguantaba más la nieve. Pero este año ha sido diferente porque hacía mucho tiempo que no se acumulaba tanta nieve en las zonas bajas. Este año se han dado cotas de 4 metros en La Tuca. Cuando subíamos a Candanchú, las murallas de nieve que había hecho el quitanieves sobrepasaban la altura del autobús.
¿Qué momentos claves se pueden establecer en el desarrollo de Candanchú?
- El de la expansión cuando se comienza a edificar apartamentos y la gente empieza a ir con más asiduidad. Esto también ha sido negativo para la estación, porque garantizaba la actividad en fines de semana, pero casi nada el resto de la semana.
Sin embargo los llenos en Candanchú y parece que han beneficiado la expansión de otras estaciones.
- El problema de Candanchú es el aparcamiento y el acceso. Sin embargo en pistas ya no se dan las colas. La cola mayor llega a ser de 10 a 15 minutos en las horas puntas. El problema de masificación llega a todas las estaciones. Pero el que prueba queda enganchado del esquí y es difícil desligarse. La velocidad, aunque es mínima, atrae. No se pasa de 25 por hora, y cuando vamos desmadrados, a 40 km. Otra cosa es la competición donde se alcanzan velocidades de ciento y pico.
La estación ideal
Se dice que el que ha aprendido a esquiar en Candanchú está capacitado para esquiar en cualquier lugar.
- Veo que Candanchú es ideal para el debutante. Llega con el coche a las pistas y no tiene que coger ningún medio mecánico para iniciarse. El esquiador medio es el que se encuentra acogotado porque no hay muchas pistas para que baje relajado. Es ideal para el esquiador de nivel. En Candanchú disfruta. A nivel de competición existen las pistas más bravas e interesantes. Y a nivel de organización de competiciones es el número uno. De Candanchú van a ayudar a Sierra Nevada.
¿Qué nombres de navarros resultan imprescindibles en la historia de Candanchú?
- Los Mina, Garraus, Dutor, Aldaz, Unzu, Irujo, Peñuela... Eran los pioneros que al comienzo iban al hotel.
¿Y en el orden deportivo, quién ha sido la referencia del esquí?
- Para mí el mejor corredor, campeón de España y ganador de competiciones en Europa, fue Diego Mina. También tendría que citar a José María Ruiz y a José María Martínez Peñuela.
¿Su rincón preferido en Candanchú?
- Como esquiador, el Tobazo. Sin duda.
¿Sigue siendo palillero, es decir, esquiador tradicional?
- Palillero, porque no he llegado a la tabla en el momento justo. Me ha pillado en una edad en la que arrastro muchas lesiones, muchas salidas de hombros y estoy muy castigado por la montaña. Entiendo al que va con piolet y crampones con su tabla buscando emociones, pero al que no entiendo es al que baja derrapando por la pista sin hacer un giro.
A diferencia de la vela y de otros deportes, el esquí no consiguió unirse al progreso del deporte español tras Barcelona 92.
- Es un deporte que se practica fuera del ámbito de la ciudad y cuesta un dinero que tienen que pagar los padres. Cada vez se federa menos la gente. Es un deporte muy duro que te exige entrenar todos los días y su única salida es profesor o entrenador de esquí y de eso no se puede vivir. Y el que vive en el entorno de la nieve normalmente prefiere hacerse profesor antes que dedicarse a la competición, que es muy dura, desplazándose contínuamente.
¿Qué significa el mercado navarro para la industria de la nieve en Candanchú?
- Del orden de un treinta por ciento.
Parte de los propietarios son navarros.
- El accionariado navarro pienso que es importante, pero juntándolos a todos. Creo que la propiedad está muy repartida y que son pequeños propietarios. Al principio se tenían acciones por tener el forfait gratis.
Consejos
¿Qué es lo que no se debe hacer en la nieve?
- Generalmente el esquiador acude el fin de semana y lo que pretende es agotar el "forfait" y hacer el mayor número de bajadas posibles, por eso lo que hay que hacer es no agotarse y retirarse al sentirse cansado para evitar males mayores. Ésta es la época en la que la nieve se trasforma, y cuando se convierte en nieve primavera el esfuerzo que hay que hacer es mayor y el agotamiento llega antes.
¿Cuáles son los errores que observa habitualmente?
- El error más común en la gente joven es fiarse de los amigos. Es muy habitual que en una pandilla de amigos haya uno que se acaba de poner los esquís y sus amigos, ni cortos ni perezosos, lo montan en el telesilla y le hacen bajar del Tobazo, con lo cual están poniendo en riesgo a su amigo y a los que están alrededor.
Usted ha perdido a sus dos hijos escalando y, sin embargo, en toda la conversación, se refiere a la montaña con una afectividad que llama la atención.
- Sabemos el riesgo que tiene la montaña y tratamos de que ese riesgo no exista poniendo los medios. Pero cuando ocurre, ha ocurrido. La montaña y la naturaleza son muy superiores a nosotros. Cuando ocurre una desgracia no prevista o calculada lo asumimos con normalidad.
Esa normalidad es la que sorprende, porque hay quien, tras un accidente de coche, ha tardado años en volver a conducir.
- Es que entendemos la montaña así. Hemos tenido la suerte de que nuestras cónyuges también han entendido así la montaña. La forma de afrontarlo es que, inmediatamente después de ocurrir esos sucesos, vuelves a la montaña al mismo sitio. Tras el accidente yo volví con un compañero mío. En la gente que conozco, que ha tenido casos similares, ves cómo el entorno familiar lo asume y sigue practicando su deporte con la familia.
En la imagen, Carballeda, con viejos bastones, como los usados en Campeonatos de España en los que los esquiadores debían participar en pruebas de alpino y fondo.
Fuente: