Queridos lectores...muy buenas a todos. Hoy en el blog de los Gatos del Pirineo, os publicamos la tercera y última parte de nuestra Ruta por los Glaciares de los Alpes 2020. En esta ocasión quiero darle más importancia al reportaje de vídeo de todo el viaje, por ello quiero empezar este artículo, presentando y estrenando este nuevo vídeo marca de la casa. Si sois unos enamorados de los Alpes, no podéis perdéroslo por favor!!!
¿Os ha gustado? Bueno, ya me diréis en los comentarios vuestras impresiones del vídeo. Paso ahora con las fotos y la narración de esta otra parte del viaje, que aunque no hay esquí, si hay muchos glaciares!
Entre la esquiada del glaciar de Tignes (ver report parte 1) y el de Zermatt (ver report parte 2) , recorrí otros glaciares de Suiza con la "casa rodante" a cuestas. Como ya os mencioné, durante el transcurso de mi viaje, Suiza impuso una cuarentena para todos aquellos viajeros que procedan de países calientes como España, epidemiológicamente hablando. Por tanto, antes de que entrará en vigor esa norma, accedí a Suiza con total tranquilidad. Lo hice desde una de las fronteras con Italia, la de Valico (cerca del Passo dello Stelvio), por una carretera que te introduce directamente en el Parc Naziunal Svizzer, donde hicimos noche...
... en un alto de la carretera con unas vistas magníficas. Este Parque Nacional Suizo, nos sorprendió gratamente, pues no sabíamos nada de él, pero quedamos maravillados con sus paisajes, dignos de una postal Suiza. Se encuentra cerca de Livigno (Italia) y es un rincón de los Alpes maravilloso y muy poco conocido.
Nos supo mal tener que entrar a Suiza deprisa y corriendo, porque nuestra intención era haber visitado también los glaciares de Passo dello Stelvio e incluso, el de Hintertux en Austria. Pero bueno, este ha sido un verano muy complicado, nos conformamos con entrar en Suiza, que era el mayor objetivo de este viaje.
Pusimos rumbo a Davos, por una carretera de alta montaña, donde se divisaban picos nevados y lagos en altura, como este llamado Schottensee, en lo alto de un puerto de montaña.
Davos nos gustó mucho.
Con un lago espectacular donde se podía practicar esquí acuático, ...
padelsurf,..
...o incluso darte un chapuzón. El agua está fresquita, pero si hay sol, es soportable. La verdad es que todo la zona de Davos-Klosters nos gustó mucho. Como dominio esquiable no lo conozco aun, nunca he esquiado aquí en invierno. Pero cuenta la leyenda que es una de las estaciones de esquí más legendarias de Suiza y que tiene verdaderos pistones, muchos de ellos entre frondosos bosques. Davos es una ciudad de gran calado internacional, donde existe un gran palacio de congresos y todos los años se celebra allí el Foro Económico Mundial. La ciudad está hermanada con Chamonix (FRA) y Aspen (USA), con eso os lo digo todo!
Los bellos lagos es una de las características principales de este país alpino.
Cuando preparé este viaje por Suiza, estuve indagando por internet lugares que todavía no conocía del país. La garganta de Aareschlucht era uno de ellos.
Este espectáculo de la naturaleza es uno de los lugares más visitados de Suiza y que aparece en casi todas las guías de viaje.
Se encuentra en la localidad de Meiringen, donde en 2018 estuvimos por allí esquiando el club de los Gatos.
La verdad es que nosotros fuimos allí a esquiar, y para nada me podía imaginar que allí mismo muy cerquita se encontraba esta garganta.
El trayecto está preparado con pasarelas para poder pasear y contemplar la grieta que el agua ha creado con el paso de los miles de años.
Es un lugar increíble!
Maravilloso diría yo! El sendero lleno de pasarelas y túneles, ha estado abierto al público desde 1889. El precio para acceder no es muy elevado, más o menos unos 14 euros por persona adulta.
Aunque apenas tiene 2 kilómetros de largo, este pasaje está bordeado por escarpados acantilados de hasta 50 m de altura a cada lado y el ancho de la garganta, varia de entre los 30m en su parte más ancha a solo 1 metro en la estrecha!
Es Suiza en estado puro.
Con sus frondosos bosques...
... y verdes valles.
Sin salir de Meiringen, justo a la otra parte del valle, nos encontramos con las Cataratas de Reichenbach. Se accede mediante un funicular muy curioso y antiguo de madera, que puedes acceder con el mismo ticket que el de la entrada a Aareschlucht. Esta catarata es famosa porque en el libro de Sherlock Holmes, es aquí donde el personaje principal y el profesor Moriarty se precipitan al vacío en la catarata.
Tras estas visitas continuamos en la furgo nuestro viaje, pasando por Interlaken...
...para llegar a Lauterbrunnen, otro santuario de los "Gatos" donde estuvimos alojados y esquiando en 2018 en Wengen y Mürren.
A Lauterbrunnen le sobran las presentaciones, es uno de los valle más bellos y visitados de toda Suiza, con nada menos que 72 cataratas. Staubbachfall es su cascada más reconocida, situada junto al mismo pueblo. El agua cae desde una altura de 300 metros y es uno de los símbolos de Suiza.
Tras su visita, se hace imprescindible también recorrer el valle de Lauterbrunnen hasta el final, donde acaba la carretera y se cogen los teleféricos de acceso a Mürren. EL panorama es grandioso, rodeado de picos que incluso superan los 4000m, como el Eiger, Mönch o Jungfrau.
Esta es una zona que ya tengo más vista de otros viajes a Suiza, por lo que no me demoré mucho y continúe nuestra ruta hacia la ciudad de Thun, que no conocía afondo.
La ciudad se encuentra situada a orillas del lago de Thun, y en ella destacan sus dos castillos. Este de la imagen es el Castillo del Fuerte del siglo XVII, situado en pleno centro histórico de la ciudad.
El casco antiguo es verdaderamente bonito, con calles empedradas y edificaciones más bien antiguas e incluso medievales. También en el centro existen varios canales de agua, que me recuerdan a la Alsacia.
Llama la atención algunos surfers que aprovechan las olas de los canales para cabalgar las olas. Desde luego eran un atractivo más, y los turistas no paraban de fotografiarlos.
Ver el atardecer en el lago de Thun mientras cae el sol...
...admirando los picos de las montañas nevadas, mientras te das un chapuzón...no tiene precio!! Fue de las cosas más bonitas que hicimos este viaje.
Por la mañana visitamos el otro famoso castillo de Thun.
El Castillo de Oberhofen se sitúa junto al mismo lago, y tiene una vistas fantásticas.
Es uno de los monumentos más visitados del país y bien que merece su visita. Es bastante diferente a los demás castillos, ya que sus estancias nos recuerdan mucho más a un palacio. Este castillo fue construido a principios del siglo XIII y desde entonces se ha mantenido intacto.
A continuación nos dirigimos al lago Oeschinensee, a 4 kilómetros al este de Kandersteg en el valle de Oeschinen. Al medio día el cielo se puso feo y llovió, pero al final el sol se dejó ver un poco y aprovechamos la ocasión por la tarde. Desde el municipio de Kandersteg, se coge un telecabina que te salva un buen desnivel, para llegar cerca de donde está el lago.
Después toca andar unos 30 minutos por una pequeña estación de esquí...
... hasta llegar a este bonito lago, dicen que es el más bonito de Suiza.
El lago se sitúa a 1500m de altitud y se suele congelar los 5 meses más fríos de año. Tiene una longitud de 1600 metros y su profundidad máxima es de 56 metros. A mi me recuerda mucho a lagos tipo canadienses, es precioso, por eso es declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO .
La zona es de cuento, con vacas pastando, muchos árboles y praderas. En el lago puedes bañarte, tomar el sol o alquilar una barca. También existe un restaurante; es desde luego un lugar muy turístico.
Al regresar al parking del telecabina, contentos por haber admirado este lago de fábula con nuestros ojos y cámaras!
El lugar más idílico que quería visitar en este viaje, y una de las razones principales para visitar Suiza, era otro glaciar que nunca había visitado. Se sitúa en otro cantón suizo por lo que tuve que desplazarme a la otra punta del país.
Ese desplazamiento me preocupaba, pues me tocaba conducir más de 5 horas, ya que hay que hacer un rodeo enorme, llegando prácticamente hasta el lago Leman. Pero descubrí que había la posibilidad de cruzar al otro cantón por un túnel ferroviario, que atraviesa un macizo alpino con cumbres de hasta 3000 metros.
Algo sabía sobre ese túnel, llamado Lötschberg, pero desconocía cual era su forma de utilizarlo. Me informé en internet y vi que, era una especie de ferry pero ferroviario, donde por 15 euros de peaje, montas tu vehículo en el tren y en 45 minutos te plantas en la otra parte de Suiza, ahorrándote más de 4 horas de viaje y bastantes más euros en combustible. Además también pueden acceder camiones, autocaravanas, buses... En fin, tenía que probar la ingeniería 100% Suiza, fue toda una aventura, me recordaba a un programa de. Megacontrucciones!!
Al día siguiente era el turno de visitar uno de los platos fuertes de este viaje, el glaciar Aletsch, el más grande de los Alpes!!
Tampoco sabía muy bien como visitar este glaciar con una lengua de nada menos que 21km. Sabía que nacía desde el mismo pico Jungfrau, en el otro cantón. Entonces una vez más, me informe en "San Google" para averiguar la forma habitual de visitar este glaciar.
En Suiza hay remontes por todos los lados, así es que, evidentemente la mejor manera de ver el glaciar sería subiendo en remonte. Aletsch Arena es un dominio esquiable en el que se incluyen varias estaciones que comparten forfait. Hay que subir hasta el pico Bettmerhorn en telecabina, a 2647m de altitud, y desde allí tenemos uno de los mejores miradores de este imponente glaciar.
El mirador era espectacular pero desde allí, sale un ruta de montaña que por sus vistas es Patrimonio Mundial por la UNESCO. La ruta va subiendo por una montaña escarpada, perfectamente acondicionada pero expuesta, que no entraña gran peligro, aunque tiene su "aquel".
Es una preciosidad de ruta con vistas al glaciar, dicen que es una de las mejores vistas del mundo.
En la ascensión me encontré este pico, que tiene unas vistas cojonudas del valle.
La ruta continua, bajando primero un poco y después ascendiendo al siguiente pico de la cresta, desde el que se obtienen todavía mejores vistas, del principio del glaciar.
Es una pasada de ruta.
A este punto le llaman la "curva perfecta", pues se llega a divisar de principio a fin toda la lengua del glaciar, de 23km y más de 120 km² de hielo. Los orígenes del glaciar Aletsch se sitúan en los 4.000 m de altura en la cara sur del macizo del Jungfrau, donde se generan separadas tres grandes lenguas, que confluyen algo más abajo en la denominada Plaza de la Concordia
No se puede explicar con palabras, de este viaje creo que fue uno de los lugares que más me impactó. Solo compramos el billete de subida en remontes, por lo que todo el descenso lo hicimos a pie, más de 3 horas tardamos en realizarlo. Me encontré esta cabra peluda en el descenso y me llamó la atención, estaba perdida a su bola.
Continuando en el cantón de Valais, nos desplazamos hasta la localidad de Visp, donde pasaríamos una noche en el camping Mühleye y sobre todo, de una plácida tarde en su piscina con tobogán!
Al día siguiente partimos hasta Saas Fee, en busca de otro de los glaciares esquiables suizos. Por el camino me encontré este bonito paisaje...
...y no dude en hacer una paradita para echar unas fotillos.
Ya en el valle de Saas, llegué hasta la localidad de Saas-Balen donde vi una bonita cascada.
Las calles del pueblo eran muy rústicas...
... y la cascada un Edén!
Nos alojamos en la zona camper de la estación de Saas Fee. Ya sabéis que Saas Fee, al igual que Zermatt, no se permite la circulación de vehículos a motor, solo eléctricos. Pero hay un parking para las autocaravanas a la entrada del pueblo, y allí estuvimos un par de noches. La meteorología estuvo muy revuelta. La primera tarde llovió mucho, incluso de noche. Al día siguiente amaneció nublado y decidí no subir a esquiar al glaciar, y aprovechamos para visitar todos los rincones del valle.
Lo guay de Saas Fee es que, sacándote una tarjeta llamada SaastalCard, puedes subir a todos los remontes del valle (excepto los del área esquiable del glaciar) y disfrutar de golosos descuentos en la piscina cubierta, buses, el parking y otras muchas cosas más. La tarjeta solo valía 6 euros por día y por adulto, por lo que era un chollo!!
Por tanto, aprovechamos para subir en todos los remontes posibles y disfrutar en las alturas.
Por la tarde el sol cobró más protagonismo en Saas Fee...
....y fuimos al sector Saas-Grund, que está en la parte baja del valle y hay que desplazarse en coche.
Una cosa que nunca habíamos visto era que, en la estación intermedia del telecabina, habían muchas zonas de juegos infantiles, y una de ellas era como una mini granja. Consistía en un recinto con un burro, varias cabras y demás animales; todo ello vallado pero accesible por una puerta a los niños. Mi hija Tania no dudó en entrar junto a otros niños para jugar y tocar a los animales. Que lindo, nunca había visto una cosa igual!!
Tras los juegos, subimos hasta el remonte que te subía más alto, hasta los 3200m de altitud. Aquí arriba tenías unas vistas fantásticas del glaciar del pico Weissmies, de nada menos que 4017 metros de altitud.
Y para cerrar el día, bañito en la piscina cubierta Aqua Allalin!
Que queréis que os diga, este valle de Saas es también un lugar donde se respira mucha montaña y, donde se pueden hacer ascensiones a un montón de cuatromiles. Incluso puedes divisar el Monte Rosa, pues realmente te encuentras en el valle de al lado de Zermatt, separados "solamente" de unos cuantos cuatromiles jeje. ¿Podría unirse Saas Fee y Zermatt creando el megadominio más imponente del mundo? Poderse se puede, pero el costo es enorme, pues están separados por zonas de cuatromiles muy escarpadas, y montar un teleférico hasta allí arriba...mmm no lo veo, a poco que haga viento te lo cierran y te quedas tirado en el otro valle jaja.
En fin, no creo que se junten nunca estas dos pedazo de estaciones. Lo que si os aseguro es que, la política de Saas Fee de precios más económicos que Zermatt es muy buena. Para ser Suiza, eso de la tarjeta Saastalcard que te deja subir a todos los remontes por 6 euros al día, es un puntazo, nada que ver con la mega-cara Zermatt. Desde luego es un lugar lowcost donde acampar con tu furgo en el parking, por unos 20 euros la noche y encima usar los remontes "casi" gratis. Sin duda recomiendo esta estación en verano para los furgoneteros.
Al día siguiente pensaba esquiar en Saas Fee, pero por la noche cayó un tormentón a las 5 de la madrugada. Me levanté a las 6 para ir a esquiar, estaba casi despejado y me puse en marcha para llegar al remonte. A medio camino de los remontes, me di cuenta que otros esquiadores se daban la vuelta. El glaciar a causa de la reciente lluvia, lo habían cerrado para la práctica del esquí, imagino que la nieve se habría quedado como una sopa. Eaaaa, mala suerte! Pasó el turno de esquiar aquí, ya eran dos mañanas perdidas sin poder esquiar, se me acababa el tiempo y el dinero. Preferí marcharme a esquiar a Zermatt al día siguiente y cambiar de valle. De todas maneras ya esquié en le glaciar de Saas Fee hace dos veranos, aquí su repor.
Pues nada gente, aquí pongo punto y final a esta serie de 3 artículos de mi viaje veraniego por glaciares alpinos. La verdad es que el viaje nos ha salido bastante bien, para haber sido improvisado, ya que hasta los últimos días no sabíamos con seguridad si podríamos realizarlo o no. El caso es que al final se pudo, los disfrutamos y ahora ya a esperar a que todo esto del puñetero virus acabe, para ver si podemos seguir viajando en futuros años, a todos esos destinos de montaña y nieve con los que soñamos.
Hasta la próxima y recordad: SED FELICES!!