Francia es el país que recibe más cantidad de esquiadores del mundo, un podium que suele alternar junto a Estados Unidos y Austria. A pesar de que Suiza, Escandinavia o Austria, están consideradas como la cuna del esquí alpino moderno, el país galo es el que más forfaits vende. Un extensa red de remontes supermodernos, infinidad de alojamientos a pie de pistas, macro dominios de cientos de kilómetros esquiables... Estos factores son los más importantes, para hacer de Francia, el destino número uno del turismo de los deportes de invierno, ya sea sobre unos esquís o sobre una tabla de snow. ¿Cual ha sido la clave del éxito? Todo tiene un porqué, pero tenemos que remontarnos en la historia para comprenderlo.
Fotografía aérea Alpes franceses
El montañista francés Henri Duhamel, fue la primera persona en probar unos esquís en las laderas de Chamrouse, en los Alpes Franceses. Este deportista recibió un par de estos “patines extraños” en el stand sueco en la Feria Mundial de 1878 (París). A pesar de las caídas y su dificultad para aprender, decide comprar una docena de esquís, que reparte entre sus amigos, creando en 1895 el Ski Club de Grenoble. Es en el año 1900, cuando el capitán Clerc, fue el primer oficial en equipar y entrenar a sus soldados para esquiar. El experimento es tan concluyente que el Ministerio de Guerra francés crea en Briancon, en 1903, la primera escuela de esquí francesa , donde más de 5.000 soldados serán entrenados por los escandinavos hasta el inicio de la I Guerra Mundial en 1914. Hasta ese momento el esquí estaba más destinado a los ejércitos y las familias más adineradas. Pero fue en 1924, con la celebración de los primeros Juegos Olímpicos de Invierno en Chamonix, cuando se empezó a entender el esquí como un deporte; aunque todavía se hacía muy duro el tener que subir a pie las laderas para practicarlo. No fue hasta 1935, en Isère, cuando Jean Pomagalski, ingeniero-mecánico de origen polaco, imagina el primer sistema de elevación mecánica con poleas, cables y postes, instalado en la colina de Eclose en Alpe d'Huez.
Austria y Suiza eran por entonces las potencias mundiales del esquí. Los franceses les miraban de reojo y querían exportar a sus montañas ese turismo de esquí de la clase europea adinerada, que tenían estaciones como St. Anton am Arlberg, Davos, St. Moritz... En Francia existían pocas estaciones de esquí, la primera fue Chamonix que alcanzó su climax en las primeras Olimpiadas de Invierno. La segunda Luchon-Superbagnères en 1922, que fue a su vez la primera de todo el Pirineo. Después fueron surgiendo Alpe d´Huez, Megève y algunas estaciones más, pero el desarrollo se quedó estancado durante la II Guerra Mundial (1939-1945). Este conflicto bélico fue el más mortífero en la historia de la humanidad, y los países implicados tuvieron que reconstruirse.
Tan pronto como acabó la guerra, Maurice Michaud, primer director de los Departamento de Estudios y Desarrollos de la Montaña (ingeniero de los Ponts et Chaussées), viajó por los Alpes en compañía de Laurent Chappis, arquitecto urbanista. Desde su helicóptero, buscaron los mejores emplazamientos donde poder construir estaciones de esquí. Identificaron rápidamente los Tres Valles como un sitio estratégico. De aquellos estudios surge Courchevel 1800 en el año 1946, que fue la primera estación creada en altura, en un terreno completamente virgen. Laurent Chappis inventa "la grenouillère" o frente a la nieve, una especie de "pueblo para el esquí". Este nuevo modelo era algo inusual hasta entonces, ya que las estaciones de esquí tradicionales se situaban en el fondo de los valles junto a los pueblos, donde la nieve se derrite rápido.
El punto de inflexión se produjo en las vacaciones de fin de año de 1961. El parte meteorológico no dejaba dudas, no hay nieve en cotas bajas y medias. La profunda angustia, de todos los esquiadores amateurs, desafortunadamente se convierte en realidad. El esquí en Francia se estaba desarrollando muy rápido, pero la nieve es escasa en el fondo de los valles. A la vez, existía el problema de la desertificación de las zonas de montaña, ya que los lugareños debían dejarse la agricultura y emigrar a las grandes ciudades para ganarse la vida.
Es entonces cuando, el Gobierno francés, alentado por la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno Grenoble 1968, decide estudiar un plan para fomentar el turismo de esquí, inspirado en el modelo de Courchevel, es decir, construyendo estaciones de esquí en terrenos vírgenes en altura, donde el manto nivoso se mantiene durante toda la temporada invernal.
Así, junto a otros grandes proyectos nacionales, nace el Plan Neige en 1964, una serie de medidas políticas superambiciosas, que fueron una revolución en el esquí francés y mundial. No era tarea fácil, para obtener el oro blanco, son necesarios grandes ajustes, muy caros. Pero en aquella época, el Gobierno francés estaba completamente volcado en extender el turismo por sus costas, y también en las montañas, ya que el esquí se extendía rápido y podría ser un motor económico innovador para los habitantes de las montañas.
Alpes franceses
Con la puesta en marcha del Plan Neige, la locura se desató en los Alpes franceses y comenzaron a salir en el monte estaciones de esquí como las setas. El Gobierno facilitó estos proyectos de resorts, basados en el urbanismo vertical, aprobando medidas tales como el otorgamiento de préstamos de baja tasa o la expropiación de los terrenos de los habitantes de futuras estaciones. Para atraer a los turistas y esquiadores europeos, el proyecto inicial quería construir 300.000 camas. Su plan incluía, construir desde cero en lugares vírgenes de altitud, edificaciones altamente funcionales como las de las ciudades, para expropiar las menores tierras posibles y dar cabida a un mayor número de camas.
Estación de esquí Flaine
La idea era atraer a esquiadores franceses y extranjeros, ofreciéndoles unas vacaciones de ensueño, con toda clase de servicios como apartamentos, tiendas, restaurantes, remontes... La apuesta fue exitosa con la creación de los complejos turísticos más grandes y que seguro que conoces: La Plagne, Les Arcs, Avoriaz, Isola 2000, Valmorel, Les Menuires, Tignes, Val Thorens, Meribel, Flaine, Les 7 Laux ... Surgen audaces desarrolladores (Paul Boissonnas en Flaine, Roger Godino en Les Arcs, Pierre Schnebelen en Tignes) y empresas de construcción (GTM Super-Dévoluy). De estos pioneros, solo Gérard Brémond permanece en Avoriaz. Ya tras el éxito de los J.J.O.O. Grenoble 1968, entre 1971-1975 se intensifica el esfuerzo del Estado en el Plan Neige, que interviene modernizando 23 estaciones antiguas, 20 nuevas de los Alpes y algunas del Pirineo, y así convertir a Francia en un destino líder para el turismo de nieve. Les Arcs y La Plagne, se convirtieron en los años 70 en los emblemas de este modelo.
La Plagne
Algunas cosas no se hicieron bien en el Gobierno. Se aprobaron cosas sin debate con los lugareños expropiados, sin estudios de mercado y con la única certeza de tener las zonas de esquí más bellas de Europa y un futuro boom de los deportes de invierno. La crítica hacia el Plan Neige, desde finales de 1970, se hizo tan real que su implementación fue rápida. Los edificios altos no gustan a muchos, basándose en el aspecto paisajístico y en las consecuencias ambientales. El diseño se vuelve conflictivo, a medida que el mercado de esquí madura y comienza el declive del Plan Neige. De las trescientas mil camas pensadas en el proyecto inicial, finalmente llegaron a construirse solo la mitad, lo cual no esta nada mal.
Avoriaz
Finalmente en 1977, tras 13 años, el Plan Neige tuvo su fin, anunciado en el Discurso de Vallouise por parte del presidente de la República Francesa, poniendo fin a los planes de nieve en favor de un turismo más respetuoso con las montañas y paisajes. La conciencia ambiental tomó protagonismo, frenando el crecimiento de las estaciones nuevas.
Tras esto, se apostó por un modelo de estaciones de esquí a una altitud más baja, más integrada en el paisaje, retomando en la montaña la arquitectura clásica de chalets de madera. Hoy en día, estos nuevos modelos, no han sido capaces de tener éxito en competir contra "las fabricas de esquí a gran altura" construidas durante el Plan Neige. Y es que, a pesar de los críticos, muchos aficionados aceptan cerrar los ojos por un poco de nieve polvo!!
Avoriaz