En Norteamérica, sobre todo en los Estados Unidos, hay varias estaciones de esquí privadas. Es decir, solo pueden acceder los miembros del club (o sus invitados) y hay un cupo anual. Así, muchas personas se pasan años en una lista de espera hasta que queda una vacante. En general, no obstante, tienen unos precios medianamente accesibles para un perfil de clase alta que suelen rondar entorno a los 50 a 80.000 dólares al año.
La excepción es el Yellowstone Ski Club (Montana) donde acceder cuesta 250.000 dólares y además una inversión inmobiliaria de 3 millones de dólares y pagar una cuota de 16.000 dólares anuales. Hace años le salió una competencia con Tamarack Ski Resort, también destinada a un esquiador de muy alto poder adquisitivo, pero fracasó el proyecto y hoy ese complejo invernal logró reabrir pero ya sin restricciones.
En Utah un grupo de empresarios vieron por tanto, que había un mercado para 'megarricos' que todavía quedaba por explotar. Con la única opción del Yelloswtone Sk Club, decidieron embarcarse en Wasatch Peaks Ranch un proyecto para convertir en exclusiva estación de esquí un antiguo rancho cerrado al público desde los años '90 y comprado por unos 40 millones de dólares.
También construirán un campo de golf de 18 hoyos diseñado por Tom Fazio. Zona de pesca privada y coto de caza exclusivo.
Eligieron ese sitio porque está a una hora del aeropuerto internacional de Salt Lake City, porque tiene mucha nieve en invierno, porque tiene picos de más de 3.000 metros de altura, y porque tiene autorización del U.S. Service Forest para poder construir hasta 75.000 alojamientos. Pero ese no es su objetivo.
Se proponen construir un máximo de 750 grandes viviendas para megarricos. Ni una más. Además todas ellas estarán construidas en una zona fuera del alcance de la vista, tras unas montañas del rancho, de manera que puedan mantener la intimidad que este tipo de cliente busca para sus familias.
Todo lo que rodea a este proyecto está lleno de secretismos. Su página web apenas da información. Quién la quiera deberá enviar una solicitud de contacto. Tampoco se sabe nada de sus propietarios. Solo que uno de ellos es Lessing Stern, hijo del fundador de Deer Valley, Edgar Stern y que el Director de estación es Tiger Shaw, ex-CEO del U.S. Ski Team hasta el año pasado.
Algunos periodistas como el del Salt Lake Tribune han pedido hacer un reportaje de la estación de esquí, pero desde el departamento de comunicación del Wasatch Peaks Ranch han declinado de momento la propuesta, aunque sí han asegurado que ya hay quién ha pagado los 500.000 dólares para poder ser miembro y por tanto esquiar en sus pistas.
Según las declaraciones financieras federales, WPR ha puesto a la venta 705 afiliaciones por 500.000 dólares cada una y cada una de ellas deberá hacer una inversión de capital de otros 5 millones de dólares. Hasta diciembre, había recaudado 47 millones de dólares con la venta de 94 afiliaciones y 45 millones con la venta de acciones. Los promotores no han revelado públicamente el importe de las cuotas anuales.
Esos 500.000 dólares son el doble de lo que pide el Yellowstone Club, la hasta ahora más exclusiva estación de esquí de Estados Unidos. Y eso que sus miembros tienen acceso a 20 remontes y a su vecina y conectada Big Sky, el que durante años fue el complejo invernal más grande del país hasta que Park City Mountain Resort se conectó a Canyons y un grupo de gurús de Silllicon Valley desarrollaron Powder Mountain.
Wasatch Peaks Ranch solo tiene intención de montar, de momentos, siete remontes (eso si, la mayoría calefactados y con capota de protección) Tres de ellos ya están instalados y se han estrenado este pasado invierno. Otro se ha encargado a Leitner para este verano. No se sabe la cantidad de terreno esquiable, porque los propietarios no dan información pública. No obstante en la era de las cámaras en un móvil, algunas imágenes se han ido filtrando, entre ellas la del mapa de pistas que tienen colocado en su base.
Con todo, al proyecto le han salido detractores. Por descontado la de los esquiadores que no podrán acceder al ser privada y uso exclusivo para megarricos. Pero en el mismo valle de Wasatch Peaks Rach, cinco residentes aseguran que la construcción de esta estación de esquí alterará su situación de comunidad agrícola. Se han cruzado acusaciones y denuncias, aunque de momento el proyecto no se ha parado.
Por una parte estos cinco residentes aseguran que entienden que esos condados ya estaban desarrollando un impulso económico que les estaba llevando a cambios en su forma de vida, pero que la estación de esquí puede acelerar esos cambios.
Desde Wasatch Peaks Ranch no se entiende esto, teniendo en cuenta que había una autorización para construir nada meno que 75.000 alojamientos y que en cambio ellos solo van a hacer un máximo de 750 viviendas y alejadas de la vista.
La vuelta a las estaciones de esquí privadas
Aunque el negocio de las estaciones de esquí privadas sufrió un cierto declive tras la bancarrota de Tamarack Resort, ahora con el gran incremento de esquiadores de los Estados Unidos y los cada vez más millonarios que hay en el país, este mercado vuelve a tener auge aunque con ciertas diferencias.
En lugar de construir estaciones de esquí privadas alejadas de todo, lo que están haciendo algunas empresas son desarrollos anexos a otros complejos invernales. Es el caso de Aspen Ski quién tendrá una zona solo para miembros que hayan pagado el acceso y la cuota inicial.
Curioso es el caso de Big Sky. Anexo tiene dos zonas de esquí privado. Uno de ellos es el de Yellowstone Club, el más caro del país. Al otro lado tiene a la exclusiva Spanish Peaks, bastante mas pequeña. Cuenta con unas cinco pistas y un telesilla, pero solo pueden acceder los miembros de esa zona residencial, pero ello si pueden esquiar en las pistas de Big Sky, aunque no en las de Yellowstone Ski.
Otra opción híbrida es la de Powder Mountain. No es privada, pero sus precios son tan prohibitivos, que hace que solo unos cuantos puedan esquiar.
