En el proceso de análisis de la técnica deportiva, así como en el proceso de construcción del deportista, hay infinidad de caminos que pueden llevar a la consecución de un objetivo. Algunos de esos caminos son más erráticos, aparentemente caóticos guiados por la intuición o la pasión y otros son más sistemáticos, aparentemente ordenados, lo que se entiende como optimización del proceso de aprendizaje.
Soy consciente que los contenidos de este espacio siguen más el primer camino, que aunque más largo y tortuoso, me parece más cercano al proceso natural, aparentemente caótico. Caos, que se podría entender como el orden que no vemos. Como caótica es la misión de tratar de compartir experiencias, conocimiento y pasión, con un internauta desconocido o reflejado en la sombra del ciberespacio.
Este articulo es una invitación a usar la metáfora del enlace, entre una idea y otra, entre una experiencia y otra, ente una pasión y otra, así como en el mejor de los casos entre un periodo y el siguiente, utilizando la técnica del esquí como vinculo.
Muchos de los movimientos clave del esquí son invisibles; bien porque son acciones de los pies y los tobillos y no son perceptibles por el observador externo, o porque son “ proyecciones”( acciones que transfieren inercias precedentes hacia otra acción sucesiva.)
Si tomamos como unidad del esquí, la curva y buscamos esquiar con fluidez, será determinante la forma en la que enlacemos las curvas que son la síntesis de las fuerzas internas/externas entre el esquiador y la nieve.
Para enlazar bien las curvas hemos de cumplir unos objetivos que nos ayuden a encontrar el fluir de nuestro esquí:
1. Encontrar el apoyo.
2. Trabajar el apoyo.
3. Transferir el apoyo .
Si se cumplen y se enlazan estos 3 objetivos , estaremos facilitando el fluir de nuestro esquí.
Nes
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