La fecha de la apertura de
Candanchú, sumida en una grave crisis financiera que la aboca a ser gestionada por el grupo Aramón, sigue siendo una incógnita. Los 37 trabajadores del complejo, que llevan
seis meses sin cobrar y acaban de constituir una plataforma para tratar de salvar el centro invernal, se proponen poner todo de su parte para que todo esté en marcha en el puente de la Constitución. Para ello, señalaron ayer, necesitan que se restablezca el servicio de luz
antes del lunes, además de que, según los mismos empleados,
"El principal problema es la reposición de piezas en las máquinas pisanieves".
Sin embargo, los comerciantes y hoteleros de la estación fueron informados el pasado jueves por la empresa que explota las pistas, Etuksa, de que el proceso de revisión de las instalaciones
no permitirá abrir antes de Navidad. Para la compañía, dos semanas no es tiempo suficiente.
Ambos anuncios, el del puente de la Constitución y el de Navidad, han sido acogidos con cierta desconfianza por quienes regentan negocios en la estación. "
Nos alegramos de que haya fecha de apertura, pero se han dicho tantas cosas que no nos fiamos"
Mientras tanto, ya ha sido designado el
administrador concursal, que será el encargado de llevar adelante el concurso de acreedores abierto a Etuksa, que arrastra una deuda de casi siete millones de euros. El puesto ha recaído sobre un abogado de Barbastro, que según ha indicado, hay un
«99% de posibilidades» de que abra y prometió a los trabajadores que cobrarán.
El acuerdo sigue sin cerrarse
En cuanto al acuerdo con el Gobierno de Aragón, todavía no está cerrado
«pero va todo hacia delante», indicó, al tiempo que mostró su confianza en que la situación se resuelva
«con la apertura de Candanchú».
Por su parte, los trabajadores se mostraron satisfechos tras esta primera toma de contacto. Ramón Fanlo, el portavoz de los empleados, explicó al término del encuentro, que duró apenas 10 minutos, que únicamente
«queríamos presentarnos y mostrarle al administrador concursal nuestra intención y voluntad de colaborar en el mantenimiento de la actividad de la estación, y él también nos ha dejado claro que el primer dinero que entrara sería para pagar las nóminas».
En este sentido, añadió que el nuevo gestor del complejo también se preocupó por la situación de los trabajadores.
«Nos ha preguntado los problemas que hay y cuánto tiempo llevamos sin cobrar, pero no nos informó sobre cómo están los papeles de la estación ni cómo marchan las negociaciones con la DGA. Tampoco sabemos lo que ha hablado con los directivos, con los que ha estado mucho más tiempo».