Sin duda alguna las montañas del Pirineo de Lleida son las que más garantías de esquí nos ofrecen cada invierno. Esta temporada abrieron todas ellas (excepto Tavascán) para el Puente de la Inmaculada, y desde entonces han seguido trabajando ininterrumpidamente pese al complicado invierno que estamos registrando.

Una garantía de nieve y condiciones que han permitido al Pirineo de Lleida desarrollar un buen número de ofertas turísticas y experiencias en invierno que se disfrutan, también, con unos esquís o tablas en los pies.

Con 11 estaciones de esquí repartidas entre las comarcas de la Alta Ribagorça, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Alt Urgell, la Cerdanya y la Val d’Aran, a la que se suma ya en el prepirineo, el Solsonès, el Pirineo de Lleida configura un potencial que luce especialmente en los meses de invierno, aunque cada vez más también en verano.

Tanto si eres de esquí alpino, nórdico, freeride o de montaña, el Pirineo de Lleida es tu sitio. Sus 11 estaciones de esquí suman más de 500 kilómetros esquiables equipados con todos los servicios para vivir una experiencia en la nieve con máxima seguridad e información. La digitalización en todos estos complejos facilita la información, así como el conocimiento del estado de las pistas y del tiempo entre otros servicios, sean de alquiler o restauración.

Las seis estaciones de esquí alpino son Baqueira Beret, Boí Taüll, Port del Comte, Espot Esquí, Tavascan y Port Ainé. Ofrecen más de 350 kilómetros esquiables, haciendo de esta zona del Pirineo, una de las más atractivas de Europa gracias a una oferta y tradición de nieve muy arraigadas y que en algún caso tiene un legado de más de medio siglo, como en el caso de la Val d'Aran y en otras porque ofrecen la entrada al Parque Nacional de Sant Maurici i Aiguestortes.

• Baqueira Beret: La más grande
• Boí Taull: La más alta
• Espot: Entrada a un Parque Nacional
• Port Ainé: El sello familiar
• Tavascán: Pequeña pero mixta
• Port del Comte: Esquí entre bosques 

Garantía de nieve para disfrutar de la montaña

Pero gracias a que en las comarcas de montaña de Lleida suele caer más nevadas que en el resto del Pirineo, aquí se han ido desarrollando otras modalidades más libres que permiten pasear entre zonas boscosas y descubrir la fauna, ascender a zonas más elevadas con el 'skimo' o incluso bajar por donde quieras con el freeride.

El esquí de montaña, o skimo, permite subir hasta las zonas más altas del Pirineo de Lleida e incluso hacer rutas entre refugios cruzando parajes teñidos del blanco de la nieve.

El esquí de montaña ha crecido en el Pirineo en los últimos años, sobre todo gracias a la organización de eventos como el campeonato de Europa y los Mundiales ISMF Boí Taüll 2023. Se trata de una cita mundial que el pasado invierno llevó a la Alta Ribagorça a los mejores esquiadores de la disciplina de todo el mundo y que este año ha tenido continuidad con la celebración de dos pruebas de la Copa del Mundo 2024: Sprint y Relevos mixtos.

Otra variante del esquí convencional que ha vivido un crecimiento es el freeride. Baqueira organiza desde 2021 un prueba del FWT Pro que, aunque este año se tuvo que anular por falta de condiciones, sí pudo acoger la semana siguiente el FWT Junior y el Qualifier 2024, lo que nos permite ver que incluso en inviernos tan complicados como el actual, las montañas de la Val d'Aran siguen siendo un destino para las pruebas deportivas de freeride.

Estamos ante una modalidad para esquiadores expertos, pero que permite encontrar nieve polvo saliendo de las pistas. Para esto se debe estar equipado con un material mínimo compuesto de "Pala + Arva + Sonda", y avisar siempre de las zonas que vamos a recorrer.

Igual que pasa con el esquí de montaña, el freeride implica tener unos conocimientos amplios del entorno, la meteorología, el estado de la nieve y el diseño de rutas, o, en su caso, ir acompañado de guías profesionales. Baqueira Beret se ha convertido aquí en la referencia al acoger el Freeride World Tour Pro, donde se reúnen los mejores freeriders del mundo, aunque previamente otras estaciones como Tavascán o Boí Taull organizaron otras competiciones importantes en su momento a nivel nacional, como fue ELDorado Freeride.

De hecho en Boí Taull encontramos toda una estación 'paralela' enfocada al esquí fuera de pista. Se accede a través del telesquí Puig Falcó, y después a través de itinerarios señalizados, acabas en la carretera de acceso, donde el Freebus te recoge gratuitamente para devolverte a la base de la estación.

Innovar también en verano

Las estaciones de esquí enfocan su viabilidad futura pensando también en el verano. Es así como la mayoría diversifican sus servicios y cuando la nieve se derrite ofrecen otras opciones como circuitos de bicicleta de montaña, itinerarios para senderistas, carreras de orientación o incluso rutas a caballo.

Los centros de montaña trabajan para ofrecer el máximo de posibilidades a los visitantes con el cambio climático siempre presente. Así, respetando la sostenibilidad, garantizan gracias a la innovación y la inversión que, pese a haber nevadas más discontinuas, la nieve se mantenga con la mejor calidad.

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