Chamonix, esquiando frente al Mont Blanc
Pero este enero de 2014 tocaba ya hacer este viaje, y a pesar de que las desventajas comentadas son ciertas y ahí están, las ventajas de esquiar frente al Mont Blanc, con desniveles muy altos y el disfrutar del ambiente especial de Chamonix, cuna del alpinismo, suplieron con creces cualquier inconveniente. Además este año mi primo iba a realizar ese mismo viaje de esquí con su grupo de Segovia, y era una buena oportunidad de disfrutar de la nieve en más compañía.
Antes de pasar a lo “importante”, que son las fotos, unos datos básicos actualizados, de gastos de transporte y alojamiento, que siempre son útiles:
Para este viaje pudimos utilizar los puntos de Iberia (avios), con lo que conseguimos volar Asturias-Madrid-Ginebra por 80€ (tasas de gestión).
Este año toca modo “ahorro”, como se suele decir, la crisis aprieta pero no ahoga, asi que pudimos ir a esquiar, pero tocó prescindir del coche de alquiler. Fue una buena elección, Chamonix está a 1h del aeropuerto de Ginebra, y por 54€ por persona, te llevan y te traen en minibús a la hora que necesitas.
Además, en Chamonix tienen servicio de ski bus gratuito y con buena frecuencia horaria. Ningún día tocó esperar más de 5 minutos para coger el bus que te llevaba a los remontes, no necesitas el coche para nada.
El alojamiento, lo buscamos a través del buscador homeaway. Mucha variedad y oferta, y como teníamos el vuelo del vuelta a Madrid el domingo siguiente, esta vez contratamos apartamento para 8 noches y así aprovechar mejor el viaje. Gran acierto, porque ese sábado de esquí fue de los mejores de la semana! J
El apartamento, en la línea de los alojamientos franceses: 30m2 escasos, pero con una ubicación perfecta en pleno centro de Chamonix, y con todas las comodidades: microondas, lavavajillas, lavadora y baño nuevo recién reformado. Y todo eso, por 420€ (52,50€/noche). Nada mal para ser Chamonix!.
Sobre los forfait, la previsión del tiempo no era buena por lo que decidimos no arriesgar e ir comprando cada día el forfait. Fue una buena decisión, pues esquiamos de forma “intermitentes”, un día sí, uno no, dos sí, otro no, etc., con lo que vino muy bien al bolsillo. Para un día se puede comprar el forfait “Le pass”, que cuesta 46€, válido para las estaciones del valle. Si se va a esquiar un día a Les Houches, se puede comprar el forfait de esa estación por 42€.
En total, 8 noches en apartamento, 5 días de esquí (en Grand Montes, Brévent, Courmayeur y Les Houches), subida al Aiguille du Midi y 4 cenas en restaurante, más vuelo y transfer en bus, supuso unos 700 euros por persona, que creo que nos ha salido francamente bien! J
Y vamos allá, a por las fotos!! J J
GRAND MONTETS
La previsión del tiempo no era muy buena para hoy, pero pudimos esquiar con más visibilidad de lo esperado. Nos decidimos por Grand Montets, pequeño dominio a 10 minutos en bus del Chamonix. Gran estación, mucho desnivel (de 1250 a 2765m con el forfait Le Pass; se puede subir a 3275 con el segundo teleférico desde donde se accede a zonas de fuera de pista e itinerarios que no hicimos). ¡Acabamos con las piernas reventadas!. Era el primer día de esquí, muchas ganas de esquiar y disfrutar de la nieve, y las paradas las mínimas, n siquiera a hacer fotos. La comida, a última hora, a las 2.30, antes de hacer las últimas bajadas. Nieve en perfecto estado.
Vistas hacia Brévent-Flégère:
Vistas a Argentiere:
Teleférico a la estación superior de Grand Montets:
Al siguiente día el tiempo no acompañaba, mucha niebla, con lo que día tranquilo en el apartamento y un par de paseos por el pueblo. Después del “machaque” del día anterior, el descanso obligado no vino mal jeje.
BRÉVENT-FLÉGÈRE:
Es el dominio más cercano a Chamonix, las pistas están, literalmente, encima del pueblo y enfrente del Mont Blanc, con lo que las vistas esperadas tienen que ser de impresión. Pues bien, el día que fuimos a esquiar, decir que estaba nevando y con niebla es quedarse muuuuy corto. La visibilidad era nula con lo que tocó esquiar muy despacio, siempre cerca de los palos que marcan los límites de las pistas para tener una referencia y no meterse en una situación complicada.
Aún así, con esas condiciones, estuvimos esquiando hasta las 4 de la tarde.
Al día siguiente, el miércoles 22, fue el día perfecto. Amaneció completamente despejado y con unos cuantos centímetros de nieve recién caída, así que volvimos a Brévent, esta vez, para disfrutar a tope.
Base del telecabina de Brévent a las 9 de la mañana. Está claro que las colas fueron la gran ausente de estas vacaciones:
Vistas del teleférico de Brévent que te sube a 2525m. El descenso por la pista negra es de las mejores pistas que he esquiado:
Vista del glaciar Mer de glace y del tren de Montenvers:
En Flégère, con la Mer de Glace, Les Drus y les Grandes Jorasses al fondo. Una maravilla disfrutar de estas vistas:
Vistas de Chamonix, Aiguille du Midi y Mont Blanc desde Brévent a 2500m:
Había que aprovechar el magnífico día, completamente despejado, para subir al Aiguille du Midi. Con gran pena por no poder esquiar hasta última hora, a las 2 dejamos de esquiar.
Mirando al Aiguille du Midi mientras esperamos el bus en la base del telecabina de Brévent:
Tocó darse prisa para ir al apartamento a dejar esquís y quitar botas, y una buena carrera por el pueblo ppara intentar llegar al teleférico de las 3 de la tarde (suben cada media hora, y el último era a las 3.30).
Conseguimos llegar a tiempo, aún sin comer y con la lengua fuera por la carrera, pero mereció la pena: en 20 minutos subimos de Chamonix pueblo, a 1035m, hasta la Aiguille du Midi a 3840m! Casi na! La subida está incluida con el forfait “Unlimited” y no hay que dudarlo, al menos una vez en la vida hay que subir y disfrutar del espectáculo de tanta grandiosidad de la naturaleza!
Casi inevitable un ligero mareo y dolor de cabeza por una ascensión tan rápida, pero nada mejor que un poco de aire fresco (estábamos a -12ºC) para despejarse rápidamente:
Vista del teleférico al Aiguille du Midi y de Chamonix:
Desde la Aiguille du Midi parte el acceso al descenso de la Vallee Blanche, probablemente el itinerario de esquí de montaña más famoso del mundo:
Vista de la arista para acceder a la Vallee Blanche:
Las vistas, de las mejores, incluso se llega a ver la estación de Flaine:
COURMAYEUR:
Sí, esquié en Courmayeur, en Italia. La distancia desde Chamonix es muy corta, sólo 14kms, de los que 11 corresponden al túnel del Mont Blanc.
Desde Chamonix existe servicio de autobús, que por 14€ (teniendo el forfait Chamonix unlimited, si no, cuesta 22€) te lleva por la mañana y te trae de vuelta por la tarde.
Precioso día de esquí, estación muy bonita, con buenos desniveles y muchas pistas y unas vistas completamente distintas del Mont Blanc desde el lado francés:
Y aquí una foto de la que escribe, delante del Mont Blanc, disfrutando ya de las últimas bajadas antes del cierre de la estación, porque “gracias” a que ya no quedaban plazas en el bus de vuelta a Chamonix de las 4.15, me tocó volver en el de las 5.30! J
Como resumen, preciosa estación, si se va a Chamonix, no hay que dudar en pagar el bus para ir a Courmayeur, muy poca gente, nada de colas, nieve perfecta y en general, buenos remontes, aunque conservan aún alguna “joya” ya con añitos:
LES HOUCHES:
Y para terminar la semana de esquí, el sábado amaneció un día radiante. Mientras veíamos ya a gente preparando la partida, bajando maletas, etc, vamos, lo típico de un sábado en estaciones donde las estancias suelen ser de sábado a sábado, cogimos de nuevo el ski bus, esta vez a Les Houches. Es una estación situada al comienzo del valle de Chamonix, con cotas más bajas pero que permite disfrutar un desnivel de 900 metros, y con la mayoría de las pistas entre pinos, además de unas vistas del Mont Blanc también impresionantes:
Básicamente, Les Houches es una montaña llena de pinos con dos laderas: una hacia el valle de Chamonix, donde está situada (entre muchas otras) la famosa pista negra Kandahar, y otra hacia Saint Gervais, desde donde se disfrutan de unas buenas vistas hacia el dominio Evasion Mont Blanc donde estuvimos esquiando precisamente hace un año. La visibilidad era perfecta e incluso se veía Megève y Les Contamines:
Día magnífico de esquí, sin gente, sólo pequeños grupos de niños con sus monitores, nieve perfecta, paisaje maravilloso…¿qué mas se puede pedir?...con días así, el listón del disfrute de la nieve sube y crea más expectativas para futuros viajes, a la vez que se valoran más estos momentos que son tan difíciles de conseguir J
Espero que este reportaje pueda servir de guía y orientación para los que no lo conocéis, y para recordar las respectivas experiencias de los que ya habéis estado.
Y para terminar, un par de fotos del maravilloso paisaje que rodea Chamonix:
Vistas de la Aiguille du Midi, el glaciar de Bossons y el Mont Blanc desde el skibus de vuelta a Chamonix:
Vistas del glaciar de Bossons al atardecer desde Chamonix: