Esta última semana ha sido una semana mala de lluvias y temperaturas altas. No teníamos muy claro lo que nos íbamos a encontrar. Pero bueno, como de ilusión se vive y queríamos hacer el Portillón antes de que el calor estival deje la montaña completamente marrón, nos plantamos en el parking de la Pinilla SOLOS, ni un coche. Vaya diferencia con un día de temporada. Atamos botas y esquís a la mochila y ale, para arriba.
La primera parte se hace bastante dura, salvamos mucho desnivel y con el peso en la espalda del material de "alpino" cuesta progresar. En cuanto se acaba la cubierta vegetal de pino negro la pendiente se hace mas moderada y el camino más llevadero.
Aparecen los primeros neveros. Vamos subiendo por la cuerda que separa Segovia de Guadalajara
La nieve ya está blandita y no hay regueros de agua. Perfecto
Seguimos subiendo hasta el collado que se ve al fondo.
Llegamos a las Peñuelas. Ya se puede ver al fondo el Pico del Lobo con el fantasma de hormigón del Telecabina
Panorámica de la zona. Aún tenía bastante nieve. Sobre todo la hoya que se ve a la izquierda del Lobo. No obstante, las bajadas son ya cortitas
El camino vuelve a coger pendiente un poco antes de llegar al pico
Justo a la izquierda del vértice, según llegamos tenemos, las mejores opciones para la bajada. Decidimos bajar por la línea mas evidente y mas inmediata.
La nieve no hacía ningún extraño, de hecho me sorprendió como estaba después de las lluvias y el calor
Palas y tubos cortos pero intensos
Aspecto general de la bajada (hicimos la línea que se ve a la derecha)
David llevaba material específico de travesía, así que mientras nosotros bajamos y subimos a él le dio tiempo a hacer una mas. Benditas pieles de foca
Parecía que se iba a meter en algún buen berenjenal, pero este tío lleva mucha montaña y esquí encima
Remontamos la pendiente, nos quitamos las botas, esquís de nuevo a la chepa y continuamos hacia nuestro siguiente objetivo. El “Portillón”
Vamos haciendo una diagonal a media ladera y dejando atrás el Lobo
Poquita nieve le quedaba al valle del Silencio, atravesamos un par de neveros....
y llegamos a la entrada
Buenas vistas y buena pendiente es lo que se nos ofrece desde allí arriba.
David, buscando alternativas para la bajada
Mientras él baja un tubo estrecho a la izquierda, nosotros nos decantamos por el mismo Portillón que para eso habíamos venido. La nieve un poco podrida, peor que la que catamos en el Lobo, pero a medida que perdimos altura y la pendiente se suavizaba se transformaba en mantequilla suave y fácil de esquiar
Nos desviamos hacia la izquierda que parece que hay mas continuidad de nieve. Me niego a quitarme los esquís!
Pasado el reenvío del mirador aún se puede bajar por un pasillo de nieve. Suficiente
Me quito los esquís. Parón, comida al solete y bajada a Gran Plató. La estampa que me encuentro es la siguiente:
Un recordatorio de la fecha en la que estamos.
Vista atrás para contemplar la línea seguida
Y vuelta al coche por el Bosque
Y con esto creo que mi temporada de esquí ha llegado a su fin. Espero que el verano no sea muy caluroso y las nieves vuelvan pronto.
Un saludo a todos