Subimos a lo alto de Planai y nos encontramos otra vaca como la que vimos en Zell am See y Dieguito saca el torero que lleva dentro xD
En uno de las salidas de un teleski Susi tiene una mala caída y se hace daño en una rodilla. Aguanta el día como una campeona; visita al doctor y jarrazo de agua fría cuando le dicen que tiene que estar 6 semanas sin esquiar. A la vuelta del viaje le dijeron que iban a ser 3 semanas (Ánimo Susi, que ya está casi hecho y en breve estaremos otra vez dándole por Formigal)
Para bajar a Schladming pillamos la pista número 3 por aquello de bajar una pista que se utiliza en una prueba de Copa del mundo. Maldita la hora!, una pendiente importante, con nieve dura y plaquitas de hielo que aparecían como setas en otoño
26 de Enero. Zauchensee/Kleinarl/Flachauwinkl
Último día de esquí. Teníamos que dejar la casa a primera hora. Había que cargar con absolutamente todo, y como suele pasar a la vuelta de un viaje, las cosas ocupan más y es complicado meter todo en el coche.
(Nótese como quedan perfectamente ensambladas mis botas y las de yissas cual piezas de Tetris xD)
Diego cargado como las mulas… que si chupa, que si botas, cascos, guantes, gafas, la espaldera… una locura jeje (que sufrido es el snow xD)
Llegamos a Zauchensee, aparcamos y sorpresa: gente disfrazada! Juas, estarán de carnaval… negativo. Supongo que serían empleados de la estación, pero el caso es que se ofrecían a llevar del coche al remonte los esquís de las chicas que ese día fueran a la estación ([i]only girls[/i] le dijeron a Dieguito) Esto es elitismo y no Pijeria Pijet Monica encantada claro.
Para cruzar a la otra montaña que forman Fleinarl y Flachauwinkl hay que tomar un trenecillo (el típico turístico) que pasa por debajo de la autobahn que cruza el valle.
Monica y Alcalino en el parking. La pista negra que baja es acojonante. Muy buena, si señor.
Rápido nos quitamos las cosas, nos cambiamos en el parking y volvimos a ensamblar las piezas del puzzle que era el maletero. House of pain sonaría por última vez este viaje. Esa maldita canción de “Jump” se convertiría en la banda sonora del viaje.
Por la noche, nos dedicamos a patearnos Munich. El ayuntamiento me pareció lo más bonito de la ciudad
¿a qué iluminado se le ocurrió poner tiendas en los bajos de un edificio tan bonito?
Callejeamos un poco y nos acercamos al famoso H&B para tomarnos unas cervezas y comer codillo como auténticos bávaros.
Aquello estaba atestado y salimos corriendo de allí.
Hasta aquí la crónica de los teodulos en tierras Salzburguesas (¿será éste el gentilicio? xD). La siguiente aventura de los teodulos se escribirá en el 2009 y tendrá lugar en los Dolomitas. Hasta entonces…nos vemos por los foros!
Página 6: Ski Circus