Después de haber esquiado en muchas estaciones de Alpes un grupo de amigos decidimos dar el salto y cruzar el charco en busca de esa nieve y paisajes que tanto habíamos oído hablar.
Whistler Blackcomb había sido nombrada varias veces, en revistas especializadas, como la mejor estación de Norteamérica y una de las mejores del mundo. ¿Qué tendría?. La verdad que Yo era algo escéptico.
Desde luego tiene sus peculiaridades que la diferencian con las estaciones de Colorado o Utha. Esta situada muy cerca del océano Pacífico y encima tiene unas cotas de altura bastante bajas con respecto a las Rokis yankis.
Whistler esta a unos 600 metros sobre el nivel del mar y eso asusta, porque te entra dudas. Su cota mas alta ronda los 2200 metros, por lo tanto tiene un desnivel nada despreciable, 1600 metros, uno de los mas grandes de Norteamérica.
Si observas el mapa de pistas ves dos montañas y dices “pues no es para tanto”, pero cuando llegas allí te das cuenta que son dos montañones con el desnivel que hemos dicho anteriormente, con un montón de pistas de lo mas variado, el que quiera fáciles y anchas las encuentra, el que quiera tubos vertiginosos, allí están y por supuesto fuera de pistas para disfrutar de nieve en cantidad y en calidad. Quizás no tenga la frialdad de Utha pero desde luego pocas veces habré esquiado con esa nieve fresca en los Alpes.
Estuvimos la última semana de enero y así nos garantizábamos que no llovería como había oído hablar. No fue así, llovió. Nos llovió en la base de la estación un día, pero a 800 metros ya era nieve, a 1200 metros estaba polvo, a 1800 (1200 metros por encima de la estación) estaba súper suelta y a 2200 con –10º bajo cero, era otro planeta en calidad y en cantidad. Solo deciros que ese mes de enero Whistler batió su record en 25 años en cantidad de nieve cayendo 4,5 metros, parte esa semana.
Como aficionado a la montaña y a la meteorología aprecie que esta zona es un autentico coladero de las borrascas que vienen del Pacífico y como dato significativo, Whistler Blackcomb tiene tres pequeños glaciares que se encuentran entre 2000 y 2200 metros de altura. (ni en Alpes existe esto).
Punto de partida a las pistas de Whistler y Blackcomb, que aunque son dos montañas separadas están perfectamente comunicadas.
Zona de Blackcomb
Esquiando por tubos entre árboles, de lo más divertido....
Hay montones de pistas perfectamente pisadas, para disfrutar
La pista de enfrente “Overbite” para calentar piernas no esta mal. Un diamante llena de bañeras.
Este buen señor de rojo se dedicaba a informar a todo el mundo que llegaba con cara de poker a un cartel informativo. Por supuesto la amabilidad por todos los sitios.
Las vistas al valle son espectaculares. Remontes todos desembragables salvo un par.
1600 metros de desnivel mas abajo se encontraba el valle.
Hubo algún día que llovió en la base de las estación a 600 metros, pero a 8oo metros era nieve, a 1.500 era nieve polvo, pero a 2.200 metros era otro planeta, unos paquetones de nieve y una calidad acojonante...La nevada y el viento hacían de las suyas
Pobres arbolitos lo que tienen que sufrir......
Esto es en Whistler Peak a la escalofriante altura de 2.182 metros, después de una nochecita movida.
Detrás de Whistler se abría ante nuestros ojos el parque provincial de Garibaldi
El mal tiempo tampoco fue impedimento, bien pegado a los árboles y a disfrutar.
Esta era una curiosa pista negra llena de bañeras por todos los lados, dentro del bosque.
Aquí haciéndonos un poco canadienses, por lo de la pegatina en el casco