La familia Shaefer afirma que, aunque los costes de la energía han bajado considerablemente en los últimos meses, ellos necesitan mas energía que muchas estaciones de esquí, puesto que por ejemplo, necesitan fabricar mucha nieve artificial para contentar las necesidades de sus usuarios. Se plantearon instalar placas solares, pero ni era viable económicamente, ni el sol asoma mucho por sus montañas.
El costo total del proyecto todavía está en estudio, pero si no se consigue más capital, la familia está dispuesta a aportar fondos propios o pedir dinero al bando. En Abril recibieron 40.000 dólares para el estudio del proyecto, que tenia un coste de 79.000 dólares.
La sensibilidad medioambiental y el hecho de que las estaciones estén en el punto de mira de muchas personas (unido a la subida del coste energético), ha hecho que muchas instalaciones invernales de Estados Unidos se estén embarcando en una auténtica cruzada en pos de las implantación de las energías renovables. Aunque en un principio lo único que se hacía era comprar créditos verdes (realmente no usaban energía renovable sino que pagaban por generar tanta energía verde como la que gastaban ellos), últimamente están saliendo numerosos proyectos con el objetivo de fabricarse su propia energía.
Aspen se ha montado sus propias placas solares, y el resto instalan molinos eólicos. De hecho, hay empresas que ya se han especializado en molinos eólicos para instalaciones de alta montaña, como Leitwind. Actualmente, casi 70 estaciones de esquí en Estados Unidos compran créditos de energía verde, lo que equivale a 351.381.000 kwh de energía verde durante la temporada 2007-2008, evitando la emisión de 226.569 toneladas de CO2 a la atmósfera, o lo que es lo mismo, la plantación de 20 millones de árboles.