Ir a esquiar a Suiza desde Nueva York es mucho más barato que hacerlo en Colorado o Utah, y además el tiempo en llegar a los Alpes no es mucho más que en alcanzar las Rocosas, teniendo en cuenta la cantidad de aeropuertos que hay en esta parte de Europa frente a la única opción que tienen los americanos desde la costa este, que es volar a Denver o Salt Lake City, y luego hacer una larga ruta por autopista hasta los hoteles Vail o Apen.
Así lo estás asegurando muchos aficionados a través de las redes sociales y de hecho los números también lo reflejan claramente. Los estadounidenses ya generan un millón de pernoctaciones en Suiza, solo en invierno, según informa el diario nzz.ch
En un país insultantemente rico, en que el estado más pobre, Mississippi, tiene un PIB per cápita de $45.214, superior al de Francia ($40.800) o Reino Unido ($43.594), o que Alemania con 48.750€, el país más poderoso de la Unión Europea, estaría entre sus cinco estados más pobres, por detrás de Alabama ($52.600) o Kentucky ($54.506), la razón por la que cada año más norteamericanos van a esquiar a Suiza la encontramos en la gran escalada de precios de sus forfaits, en la expansión del los EPIC e IKON Pass a Europa, y especialmente la paridad de poder adquisitivo, donde en Europa estamos algo mejor que ellos sobre todo en la abarrotada y densa costa este.
Volar de Nueva York a Denver son 4 horas y media, a los que hay que añadir otras dos horas y media en llegar a Vail Mountain. Si es destino es Aspen, el tiempo de trayecto se dobla. Si se opta por ir a Utah, llegar al aeropuerto de Salt Lake City son unas cinco horas y media. Eso si, aquí alcanzar las pistas de Deer Valley o Park City se hace en apenas una hora.
En cualquier caso, ir de Nueva York a las pistas de las Rocosas requiere casi siete horas, prácticamente las mismas que alcanzar alguno de los aeropuertos de referencia en los Alpes como es el de Ginebra o Zurich, al que eso si, hay que añadir el trayecto que también es de una hora. Puestos a pegarse el viaje, muchos norteamericanos, especialmente de la costa este (Nueva York, New Jersey, Boston, etc...) prefieren ir a los Alpes porque todo es mucho más barato que en las Rocosas.
Y es que además los transfers desde el aeropuerto al hotel en pistas, son mucho más baratos en Europa que en las Rocosas, por no hablar del precio del alquiler del material o las clases de esquí, y evidentemente el alojamiento. Además pueden degustar un delicios rösti, la fondue y el mejor chocolate caliente del mundo.
Aunque Zermatt sigue siendo el destino de referencia para los estadounidenses, la estación de esquí que más ha crecido ha sido Andermatt tras la compra del 50% de sus acciones por parte de Vail Resorts y su posterior inclusión al Epic Pass. Desde el año pasado, cualquier poseedor de este forfait de temporada, puede esquiar sin restricciones en estas pistas suizas, a las que se añadirán la próxima temporada las de Crans Montana, también adquirida por la empresa norteamericana.
No obstante no hace falta siempre que la estación esté en cartera. Zermatt está en el programa IKON Pass de Alterra Mountain, y cada año miles de esquiadores de los Estados Unidos aprovechan los siete días incluidos gratuitamente. Otros incluso se dejan caer por Andorra. Grandvalira Resorts está incluida en este forfait de temporada desde 2022 y según la estación, llegan cada invierno unos 4.000 estadounidenses que les generan unos 20.000 días de esquí por temporada.
Nada mal teniendo en cuenta que según el Neue Zürcher Zeitung (NZZ) en Zermatt los esquiadores estadounidenses generan unas 47.000 pernoctaciones y que en St. Moritz son 15.500. Según Suiza Turismo ha informado a este diario de Zurich, se centran en captar a esquiadores norteamericanos con sueldos superiores a los 150.000 dólares al año. Los colocan en hoteles de 4 ó 5 estrellas y al final de su estancia han gastado unos 280 CFH diarios (casi 300 euros). Esto es el doble de lo que se deja un esquiador alemán.
Lo que llama especialmente la atención es la rapidez con la que el turismo estadounidense se ha recuperado e incluso ha aumentado desde la pandemia de coronavirus en comparación con otros países. Las pernoctaciones de turistas alemanes están por debajo del nivel anterior a la pandemia. Incluso los viajeros chinos se muestran reticentes a viajar a Suiza.
Suiza Turismo afirma que los millennials (entre 30 y 45 años) prestan más atención a la conciliación de la vida laboral y familiar que sus generaciones predecesoras en EE.UU. El auge del teletrabajo y la buena situación económica les ha permitido combinar mejor las vacaciones y el trabajo,
"Antes, los estadounidenses esperaban a tener más de 50 años para viajar a Europa. Tras dos años de pandemia, los millennials no quieren esperar y aprovechan la flexibilidad laboral para irse de vacaciones a esquiar a Europa.
Aprecian las auténticas estaciones de esquí de Suiza. Aunque las condiciones de la nieve en Estados Unidos son muy buenas, las estaciones de esquí estadounidenses carecen a menudo del encanto de los pueblos de montaña suizos. Breckenridge no es Zermatt.
Lejos de conformarse con este auge, Suiza quiere seguir captando estos turistas, y se han empezado a abrir más conexiones aéreas a Zurich desde Atlanta y Washington D.C. En algún caso hacía más de 10 años que se habían cancelado estas rutas.
En Estados Unidos, los esquiadores de estaciones de esquí como Breckenridge o Beaver Creek pueden llegar a pagar más de 250 dólares por el forfait de un día. El alquiler de esquís, el transporte y los hoteles también son más caros. En Estados Unidos, hace tiempo que esquiar se ha convertido en un lujo.
La razón es un modelo de negocio diferente. En Estados Unidos, una empresa suele ser propietaria de toda la estación de esquí, incluidos restaurantes, hoteles, alquileres, transporte y remontes. Esto significa que pueden fijar los precios sin preocuparse por la competencia. Vail Resorts, líder del sector, vende el Epic Pass, que a 1.000 dólares es relativamente barato comparado con una entrada de un día, exclusivamente en pretemporada (luego lo sube tanto que no merece comprarlo). La ventaja para la empresa: Antes de que caiga la primera nevada ya ha hecho caja.
Sin embargo, lo que puede disuadir a los estadounidenses de esquiar en Suiza es que el vuelo es algo más largo y más caro que uno doméstico. Una estancia en Zermatt, Engelberg o Andermatt sólo les merece la pena económicamente si se quedan más tiempo o reservan con antelación. Pero eso es exactamente lo que hacen, según Suiza Turismo. Los estadounidenses suelen reservar seis meses antes de su viaje y combinan sus vacaciones de esquí con un viaje urbano o cultural a Lucerna, Zúrich o Berna.