Africa es el único continente con dos temporadas de esquí. Una coincide con la nuestra, la del hemisferio norte, cuando abre Oukaímeden e Ifrane en Marruecos. Después en nuestro verano, es cuando en el sur abre Afriski, en Lesotho. Hasta 2020 existía otra estación en Sudáfrica, pero desde la pandemia del COVID nunca más se supo de ella.
Afriski el año pasado no abrió por problemas en el suministro eléctrico. El Gobierno de Lesotho, uno de los países más pobres del mundo, no podía garantizar el servicio. Al menos esta fue la excusa que se dio en su momento para no abrir las pistas. Aunque las temperaturas bajan frecuentemente por debajo de los cero grados en las montañas donde se ubica esta estación de esquí, las borrascas apenas suelen llegar, y por tanto no hay nevadas.
Para poder habilitar las pistas se usa un sistema de nieve artificial alimentada por generadores de gasoil. La subida del petroleo el año pasado por el conflicto en Ucrania, ponía en riesgo la viabilidad económica del esquí.
No obstante Afriski estuvo abierta para otras actividades como los quads, bicicleta de montaña o paseos a caballo. Y en agosto montaro su tradicional Winter Fest poniendo en marcha el sistema de producción de nieve. Fue la única oportunidad para hacerse una pequeña bajada en esquís o tabla de snowboard.
Aunque en algún momento se temió que tal como hiciera Tiffindell, dejaran de abrir para esquiar, Afriski ha querido despejar dudas anunciando que este 2024 pondrán en marcha su telesquí para esquiar. La estación cuenta con una pista principal de algo menos de 1 kilómetro. Cuando nieva habilitan algunos caminos, todos ellos acabando en la base.
Su negocio principal en el esquí, son las clases y el origen de sus alumnos es 100% de Sudáfrica, especialmente de las ciudades de Durban y Bloemfontein. Hace años se colocó algún remonte en las montañas de Ciudad del Cabo. Pero de todo aquello apenas queda nada.
