Cuando el pasado jueves los empleados de la estación de esquí de Le Melette llegaron a su puesto de trabajo, se encontraron con la máquina pisapistas mal aparcada en su sitio y con la puerta forzada y los cables del arranque por fuera. Extrañados, examinaron las instalaciones y se encontraron con dos pistas totalmente destrozadas.
La máquina se aparca en la plaza de la estación, fuera de cualquier hangar. Una situación que aprovechó alguien con conocimientos para conducir un vehículo de estas características, para forzar la puerta y ponerlo en marcha sacando los cables del arranque.
Se cree que fue durante la noche de lunes a martes, pero nadie se dio cuenta hasta el jueves, porque la estación de esquí había cerrado entre semana para preservar la nieve y volver a abrir el fin de semana. El delincuente destrozó dos pistas, Longara y Meletta di Mezzo, al pasar por encima de ellas sin ningún tipo de cuidado y se dio una vuelta por la cima de la estación de esquí.
Por fortuna, el maquinista pudo arreglar el destrozo y la estación de esquí abrió sin problemas el fin de semana. Volverá a cerrar estos días hasta el sábado, para despedir la temporada de esquí definitivamente hasta el lunes 1 de abril.
Los Carabinieri pudieron tirar del hilo en sus investigaciones, gracias a que las cámaras de videovigilancia grabaron a los coches que pasaron por allí aquella noche. Estuvieronentrevistando a todos los propietarios para que puedan dar su versión y su coartada. Finalmente este lunes se ha filtrado que fue un instructor de esquí de la estación, y que además fueron cuatro las pistas dañadas y que además creó un salto amontonando nieve. El resto de compañeros y gente del pueblo no daban crédito a la gamberrada.
Es quizás la primera vez que se roba una máquina pisapistas para hacer algún sabotaje. En general estas acciones se centran en cañones de nieve o cables de remontes, como los que cortaron en tres remontes de Pal Arinsal en 2018 o el que un año más tarde sufrió por la misma causa el telecabina Sea to Ski de Squamish en Canadá
