Ferrocarrilss de la Generalitat (FGC) estrenará en la estación de esquí de La Molina una tecnología para producir nieve artificial de forma sostenible. El nuevo programa, que tiene como objetivo reducir el consumo de agua y energía, ya ha sido probado con éxito en laboratorio y ahora se probará en las pistas de esquí durante esta temporada de invierno.
Así lo ha explicado en rueda de prensa el presidente de FGC, Toni Segarra, quien ha detallado que la tecnología simula el proceso de mineralización natural del agua y que permitirá crear nieve con "menos tiempo, agua y energía". El proyecto, que se llama 'Laboratorio de la Nieve', entrará en una fase de prueba que durará tres años.
El 'Laboratorio de la Nieve' es una iniciativa conjunta entre el Instituto de Ciencia de materiales de Barcelona del Consejo Superior de Investigación Científica (ICMAB-CSIC), FGC y la empresa TechnoAlpin, que ha contado con la colaboración y el apoyo financiero de los fondos Next Generation EU
"Es un sistema pionero a nivel mundial, que combina la transferencia del conocimiento del mundo teórico al práctico a través de la colaboración público-privada".
La tecnología se refleja en el proceso natural de mineralización del agua, pero, a diferencia de los sistemas aplicados hasta ahora, también utiliza partículas en suspensión, como las que provienen de la sal del mar, el polen o los minerales, y sobre las que se condensa el agua para dar lugar a nubes y nevadas. Los sistemas utilizados actualmente utilizan exclusivamente agua como materia prima para crear nieve y no estas partículas.
En concreto, la tecnología utilizará minerales del grupo de los feldespatos, que, según ha explicado el científico del CSIC, Albert Verdaguer,
"son abundantes en el territorio y no alteran químicamente la composición del agua, ya que interactúan con las nubes e inducen la precipitación. Es un producto muy barato e incluso residual, que apenas se utiliza".
El agua para fabricar nieve representa un porcentaje mínimo del total necesario para consumo
Un ejemplo de economía circular del agua
Por otra parte, el director de FGC Turismo, Toni Sanmartí, ha insistido en que en la producción de nieve no se consume agua, sino que se utiliza la existente para “cambiarla de estado y pasarla de líquida a sólida”, tal y como ocurre en su ciclo natural. Y ha matizado que tampoco tiene ningún impacto sobre ríos y lagos, porque el agua que sale por los innovadores es la que previamente se había almacenado, sobre todo en primavera o otoño, en las bases de las estaciones.
"El agua no la hacemos desaparecer. La utilizamos, y hacemos análisis cada año en la entrada y la salida que indican que no modificamos el agua. Lo que sí consumimos es energía, pero es verde y cada vez más, solar.
El volumen de agua total que se consume en las estaciones de esquí de FGC en todo un año es equivalente al que "gasta Barcelona en un día". Las estaciones de esquí, aunque lo parezca, no son grandes consumidores de agua".
En cuanto a las posibles restricciones que el Gobierno prevé aplicar para afrontar la sequía, Segarra ha señalado que no afectarán a la tecnología, ya que "no hace uso de agua de boca ni afecta a las necesidades de agua local".
Mejorar los "modelos climáticos"
Ahora el sistema pasará a una nueva fase y se probará en zonas cerradas al público de las pistas de esquí, primero en La Molina, pero con la previsión de que durante el año siguiente se pueda implementar también en Boi Taüll, hasta llegar a todas las pistas de FGC. Durante este período, y según ha explicado Verdaguer, no sólo se analizará la viabilidad del sistema en términos energéticos, sino también en los "económicos y medioambientales", según ha subrayado el científico.
Además, el científico ha añadido que los resultados servirán para