Cuando Milán y Cortina d'Ampezzo acojan los Juegos Olímpicos de Invierno en 2026, hará 20 años que este evento deportivo no se organizaba en Europa. Y curiosamente aquel 2006, también fue en Italia. Turín 2006 junto a Sestriere se repartieron los deportes consiguiendo una edición compacta.
Después han sido tres Juegos consecutivos en Asia precedidas de una edición canadiense: Vancouver, Sochi, Pyeongchang y Beijing. Ahora el máximo evento de los deportes invernales vuelve a los Alpes en 2026.
Para el Comité Olímpico Internacional, regresar a la cordillera más famosa de Europa, donde los Juegos comenzaron en 1924 en el centro francés de esquí de Chamonix, marcarán el regreso a un ámbito más conocido, luego de que la celebración llegó a lugares muy remotos.
Las sedes olímpicas más dispersas de la historia
Pero varios esquiadores europeos, entre ellos los propios italianos, recelan de cómo se están organizando Milán-Cortina d'Ampezzo 2026.
Y es que los Juegos Olímpicos de 2026 impondrán un récord, como los que se desarrollarán en la superficie más amplia de toda la historia. Las sedes se diseminarán en un territorio de 22.000 kilómetros cuadrados, en una gran zona del norte de Italia, desde las regiones de Lombardía y Veneto hasta las provincias de Trento y Bolzano.
Federica Brignone, tres veces medallista olímpica, dos de ellas en Pekin 2022, afirmó hace unos días que
“No habrá espíritu olímpico. Todos estarán en su propia área. Es bueno aprovechar las estructuras existentes y no consumir y construir nuevas sedes. Desde un punto de vista ecológico, será mucho mejor.
Pero en términos de un ambiente olímpico, no estoy segura de cómo serán, si bien no pienso que sean muy bonitos”.
Los organizadores de los Juegos de 2026 han acatado el plan de reformas del presidente del COI Thomas Bach, Agenda 2020, el cual permite candidaturas más flexibles y aprovechar la infraestructura existente, incluso si ello implica usar recintos muy apartados de la ciudad principal de los Juegos.
- Milán: hockey, patinaje artístico y el de pista corta.
- Vale di Fiermme: esquí de fondo, salto y combinada nórdica
- Baselga di Pine: patinaje de velocidad en pista larga
- Livigno: snowboard y el freestyle
- Anterselva: biatlón
- Bormio: Esquí masculino
- Cortina d’Ampezzo: esquí femenino, skeleton, bobsleigh y curling.
La división del esquí alpino, entre Bornio y Cortina, mantendrá a hombres y mujeres separados respectivamente por un recorrido de cinco horas en automóvil, el cual incluye una desviación hacia Suiza, debido a que la ruta más directa pasa por zonas montañosas que están cerradas en el invierno.
El esquiador noruego Lucas Braathen ha afirmado que
“No me gusta eso. Es muy agradable que todos estemos en un mismo lugar. Estoy aquí para hacer nuevos amigos y para ver otros tipos de cultura. Y ahora nos están dividiendo”.
Marta Bassino, dominadora mundial del Slalom Gigante, mencionó los problemas de organización ocurridos en Cortina el año pasado, durante ese campeonato, el cual se llevó a cabo sin espectadores por la pandemia,
“Incluso sin espectadores fue difícil y problemático. El estacionamiento fue una complicación. Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia”.
Y todavía se podría añadir otra sede
Los retrasos en la construcción representan otro problema de cara a la entrega oficial de la organización de los Juegos a Milán-Cortina, que se realizará el domingo, durante la ceremonia de clausura en Pekin.
Un tobogán creado hace un siglo en Cortina debe reconstruirse por completo, a un costo de casi 60 millones de dólares. Las obras no han comenzado todavía, aunque la región de Veneto presentó un plan de reconstrucción para la pista en diciembre.
En Baselga, la remodelación de la pista de patinaje al aire libre tampoco ha comenzado y ya se está trabajando en un plan B. El nuevo alcalde en Turín ha asegurado que estarían interesados en organizar las pruebas de patinaje de velocidad en el óvalo existente bajo techo, construido para los Juegos de 2006, lo que añadiría una nueva sede deportiva a los ya de por sí esparcidos Juegos Olímpicos de 2026.
De igual modo, más de 1.000 millones de dólares previstos para mejorar carreteras, vías férreas y otra infraestructura tampoco se han inyectado en su mayor parte. “Estamos bastante atrasados”, admitió en noviembre Giovanni Malago, presidente del comité organizador, quien encabeza también el Comité Olímpico Italiano.