La nueva ola que afecta especialmente a los no vacunados, obliga a los países europeos más afectados a tomar medidas para no sobrecargar el sistema sanitario. En Austria se ha tenido que hacer un cierre general de los comercios hasta el día 11 de diciembre, En Alemania a los no vacunados solo se les deja entrar en tiendas para que hagan compras de primeras necesidad y en Francia ha entrado en vigor desde este sábado, la obligación de presentar el Pasaporte Sanitario para poder acceder a la mayoría de establecimientos e instalaciones de ocio, deportivas, culturales, etc..
Entre estas instalaciones están las estaciones de esquí. Solo aquellas personas que se hayan vacunado (i se hagan un test PCR antes de subir a pistas) podrán disfrutar del esquí y el turismo de invierno, según el protocolo aplicado por todas las empresas de remontes del país, tal como ha advertido Alexandre Maulin, presidente de Domaines Skiables de France (DSF), organización que representa a los250 operadores de complejos invernales en el país.
El protocolo de acceso a los telesillas y remontes cerrados (telecabinas y teleféricos) de las estaciones de esquí preveía que el pase sanitario (certificado de vacunación contra el COVID-19 o test negativo reciente a esa enfermedad) fuera obligatorio si la tasa de incidencia nacional superaba los 200 casos por cada 100.000 habitantes. Un límite que fue alcanzado el fin de semana pasado y que "hoy es de 350", explicó el presidente.
En la mayoría de estaciones de esquí cuya temporada de esquí ya ha empezado, entre ellas varias del Pirineo francés entre ayer viernes y hoy sábado, se efectúan controles del Pasaporte COVID en el momento de la compra del forfait o un test PCR válido para el total de días del pase que se adquiere. También el personal hace controles en el acceso a los telecabinas o teleféricos. Los gendarmes también pueden hacer controles aleatorios, con posibilidad de sanción a la empresa en caso de encontrar clientes sin el Pase Sanitario en zonas permitidas para los que no lo tengan.
Como en otros países de Europa, en Francia se está registrando un fuerte aumento de casos de COVID-19. A diferencia de España, donde estos días con la llegada del invierno también ha habido un repunte, allí el número de fallecidos se ha disparado. En Alemania se están muriendo entorno a 400 personas diarias, llegando a puntas de 500. En Francia ha subido en pocos días de 80 diarios a más de 110. En nuestro país la cifra se mantiene estable entorno a los 40 muertos diarios pese al repunte de positivos.