A finales del año pasado, mientras todas las miradas estaban atentas a ver si se podría esquiar en Navidad, o al menos en el mes de enero, el fabricante italiano Prinoth presentaba en Alta Badia la Husky eMotion, una maquina pisapistas para estaciones de esquí totalmente electrica y la Leitwolf h2Motion con combustible de hidrógeno.
Cuando el ex piloto de carreras Ernst Prinoth abrió un taller en la provincia montañosa de Tirol del Sur en Italia en 1951, quiso transferir su conocimiento de las carreras de Fórmula 1 a las pistas. Su visión: dejar las pistas de esquí tan suaves como los trazados de carreras de F1.
En 1962 Ernst desarrolló el primer prototipo para pisar pistas de nieve, y dos años más tarde su innovador diseño ya se estaba produciendo en masa. Impulsado por la ambición de su fundador, durante las siguientes décadas, PRINOTH fue pasando a sus rivales en el sector, colocándose como líder mundial en este tipo de vehículos. Posición que debe compartir también con la alemana Kassböhrer.
En 2009, la empresa se diversificó en otras máquinas sobre orugas y comenzó a fabricar este tipo de vehículos en Canadá. Diseñado para llegar a lugares muy complicados, inaccesibles para equipos pesados convencionales, PRINOTH mostró una vez más su experiencia en este sector.
La diversificación no se quedó ahi, y en 2011 adaptaron su experiencia al sector del control de la vegetación y agricultura, especializándose en el llamado 'mulching'.
Sirva esta introducción en su historia para darnos cuenta de la capacidad de innovación de la empresa italiana a lo largo de estas décadas, que no solo tiene en su ADN desde el principio, sino que sigue haciéndolo estos últimos años. Por eso, no es de extrañar que haya buscado también colocarse en algo tan actual como es la electrificación de los vehículos para pisar o aplanar pistas, además de la reducción del impacto al medio ambiente con su filosofía 'Clean Motion', centrada en la sostenibilidad con vehículos de bajo consumo y bajas emisiones: máxima eficiencia y máximo rendimiento.
Klaus Tonhäuser, nombrado CEO de Prinoth en junio del año pasado, asegura que están allanando el camino hacia el esquí sostenible. Pocos meses después de su nombramiento, en diciembre de 2020, la compañía presentaba dos prototipos de pisapistas. Uno de ellos es el primer vehículo de este tipo impulsado por hidrógeno, la “LEITWOLF h2 MOTION”. El otro es totalmente eléctrico, y se ha bautizado como “HUSKY eMOTION”. El directivo aseguraba ese día que,
"Estos modelos han pasado de emisiones bajas a emisiones cero mediante el uso de tecnología eléctrica o a base de hidrógeno, lo que describe el compromiso de PRINOTH con los deportes de invierno neutros en carbono."
Este parecería un enfoque sensato en un mundo donde la energía limpia no solo tiene sentido ambiental, sino también económico. De hecho, esta perspectiva ha resultado justificada: tras haber sido el proveedor de los Juegos Olímpicos de Turin 2006, Vancouver 2010, Sochi 2014 y PyeongChang 2018, ahora lo serán también de Beijing 2022. Allí ha colocado 50 de sus vehículos de última generación a los organizadores, junto con servicios de gestión de flotas y equipos de medición de la profundidad de la nieve.
La Husky eMotion es la primera pisapistas totalmente eléctrica
Leitwolf h2Motion
El gran reto de estas máquinas, no es solo que hay que mover un vehículo que pesa varias toneladas, sino que además hay momentos punta que requiere de una extraordinaria fuerza para circular por fuertes pendientes o para arrastrar grandes cantidades de nieve.
Combinar la propulsión con energías alternativas medioambientalmente sostenibles requería un reto extra. En comparación con el modelo con motor diésel, esta versión no ha reducido sus prestaciones; gracias a sus 400 kW (544CV) este vehículo con pila de combustible es aún más potente que la versión diésel.
Husky eMotion
En Alta Badia también presentaron el Husky eMotion con motor totalmente eléctrico. Este modelo lleva un motor eléctrico de 200kW (270 CV) con una potencia de baterías de 190 kWh, con par motor inmediato de 1.140 Nm, y la posibilidad de trabajo de unas tres horas antes de tener que recargar de nuevo.