La joven de 26 años y camarera en el hotel Edelweiss para miembros de las Fuerzas Armadas de EE UU y sus familias, regresó a finales de agosto de unas vacaciones en Grecia. Pocos días después empezó a tener molestias de garganta por lo que el pasado 8 de septiembre se le practicó un test al presentar síntomas de coronavirus. Tras la prueba, debería haberse quedado en casa, en cuarentena, a la espera de resultados, pero en lugar de eso quedó con sus amigos y se fue de copas por varios bares de la ciudad.
A la mañana siguiente recibió el resultado de la prueba: positivo en COVID. Aunque todavía no está claro dónde se infectó la mujer, lo que es seguro es que era contagiosa al menos desde el lunes.
Ella sola logró paralizar gran parte de la ciudad. Se tuvo que cerrar comercios, oficinas al público y tiendas para que cerca de 700 vecinos de esta localidad, incluidos los más jóvenes y otras personas con las que estuvo en contacto en los sucesivos bares que visitó, se hicieran la prueba durante el fin de semana.
En total los resultados arrojan un total de 59 contagiados, incluidos 23 colegas de la estadounidense que precisamente estaban realizando unos seminarios sobre prevención del virus entre las fuerzas armadas de Estados Unidos. La irresponsabilidad de la joven coloca de golpe a Garmisch-Partenkirchen como la localidad con más densidad de contagiados de Alemania.
La fiscalía de Munich ha abierto una investigación. En caso de violación de las condiciones de cuarentena, la joven corre el riesgo de ser multada con hasta 2000 €. También se le atribuyen "sospechas de daños corporales por negligencia" que podrían haber favorecido la propagación del virus por lo que se enfrenta a un máximo de tres años de prisión.
Mientras tanto, Garmisch-Partenkirchen, una localidad de 88.000 habitantes que vive del turismo, ha abierto puestos de testeo gratuitos para toda la población e introducido restricciones tras superar los 50 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días, la denominada incidencia acumulada (IA), el nivel a partir del cual los municipios deben imponer medidas adicionales en Alemania. En estos momentos, es uno de los tres distritos de todo el país en la lista roja.
No obstante expertos legales creen difícil que se pueda probar que la sospechosa fuese consciente de que estaba contagiada y, sobre todo, que ella fue la persona que infectó a otros afectados en Garmisch-Partenkirchen. Pero la indignación es grande en la localidad y más allá. Muchos además se echan las manos a la cabeza pensando en el desastre económico de haber ocurrido esto en plena temporada de esquí.
En Alemania hay actualmente 52.000 efectivos estadounidenses -entre militares y personal civil-, la mayoría de ellos en las bases de Baviera, Baden-Württemberg y Renania-Palatinado. La reciente decisión del presidente de EE UU Donald Trump de retirar a 11.900 soldados de territorio alemán cayó como una bomba en esas regiones, por las consecuencias económicas y sociales que se derivarán.