En todo caso, por fortuna nosotros ya estamos donde los europeos quieren ir. Alemanes, noruegos o suizos, deberán quedarse este verano en sus paises y su meteorología mientras nosotros disfrutaremos del sol que tanto envidian y desean durante todo el año. Con la diferencia de que nosotros tambiñen tenemos montañas si queremos parecernos a ellos.
Las estaciones de esquí quieren aprovechar esta oportunidad de oro para poder mostrar a los turistas españoles las actividades que hacen cada verano, aunque con un éxito bastante discreto respecto al invierno. Y es que si hay algo que es sinónimo de libertad y libre de masificaciones es la montaña. Y si hay unas zonas en los valles donde hay una potente infraestructura hotelera, es donde están los centros invernales.
No obstante la competencia será dura. Los hoteles de playa deberán llenar el vaico que dejan alemanes, británicos, franceses, noruegos y todos estos amantes de nuestro sol, tan solo con los españoles. Será una caza con el 'cuchillo en la boca' a por el cliente. Se esperan fuertes ofertas para mitigar la pérdida de ingresos.
Pero estos hoteles de playa hay algo que apenas tienen: actividades lúdicas. Más allá de algún parque temático, la oferta de ocio se centra en enseñar al turista el camino de la playa y no esperarles hasta la tarde para ofrecerles el Baile de los Pajaritos o Paquito el Chocolatero, dependiendo de la calidad del establecimiento.
Algunas estaciones de esquí de España en cambio ofrecen una gran variedad de actividades con una larga experiencia para poder entretener a las familias con miembros de todas las edades. Además la mayoría de estas actividades se practican con un distanciamiento social por propia naturaleza, como descensos en bicicleta, un paseo en barca por un lago o embalse de agua para nieve artificial, o un poco de senderismo por las cotas más altas.
Después del confinamiento estricto, la gente quiere pasear y la montaña está en la mente de muchos como espacio idílico de aire puro, alimentación sana y deporte al aire libre. Allí, las estaciones de esquí tienen mucho que decir con su oferta especializada en turismo familiar y años y años de picar piedra para desestacionalizar su actividad.
Sin duda alguna la empresa que más ha apostado por el turismo de montaña en sus estaciones de esquí es Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya. Su presidente, Ricard Font, y su director de Turismo y Montaña, Toni Sanmartí han sido los pioneros en apostar totalmente por atraer turistas en verano a alguna de sus seis estaciones de esquí.
Si bien es cierto que otros complejos invernales también ofrecen actividades en verano, prácticamente se reduce a un Bikepark.
No es el caso de Ferrocarrils, donde precisamente este invierno cuando presentaron la prolongación de su telecabina, ahora llamado Cadí-Moixeró, hasta el refugio del Niu de l'Aliga, ya advirtieron que aquella novedad se convertía en la piedra angular de un proyecto que llevaba años implementándose para atraer turistas en verano a sus complejos invernales: el objetivo es vender naturaleza 365 días al año.
De hecho para este verano habían apostado por el lema "Respira Naturaleza" que tanto simbolismo tiene ahora en mitad de la pandemia, tal como recuerda el propio Font,
Otra voz autorizada del sector es la del presidente de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem) y consejero delegado de Cetursa Sierra Nevada (Granada), Jesús Ibáñez, que coincide en esa visión y destaca que los valles españoles son
Si Cataluña y Andalucía aspiran a sacar rédito de su apuesta previa por el turismo de verano en estaciones de esquí, también lo hacen Galicia y Castilla-León.
Desde la orensana Manzaneda, su responsable y portavoz, Gustavo Sanmartín, explica que disponen de circuitos de bicicletas y que, desde hace tiempo, acogen en época estival concentraciones de equipos (en su tiempo incluso llegó a hacer su stage de pretemporada el primer equipo del Real Madrid) y a casi 5.000 niños que realizan campamentos.
Deportistas destacados en el ámbito de la montaña y la aventura como el asturiano Pepín Román, embajador de la firma Helly Hansen, consideran que, después del confinamiento, este tipo de lugares serán "uno de los destinos preferidos para recuperar la libertad y el contacto con la naturaleza".
Sin embargo, la situación no es igual para todos y estaciones como Baqueira Beret o las del grupo aragonés Aramon admiten que, en sus apuestas, no aparecía con peso suficiente el visitante estival, que la incertidumbre es máxima y, en casos como el de Masella, desviarán clientes a La Molina.
Tampoco hay nada previsto para este verano en Alto Campoo según confirma una portavoz de Turismo de Cantabria, mientras que los dominios de esquí nórdico pueden sumarse al carro de la nueva tendencia y ayudar a abrir esta brecha de optimismo. David Álvarez.