Todas estas iniciativas de economía de guerra van a ayudar a tener controlado a rajatabla al Coronavirus, una enfermedad que hay que recordar que no tiene una alta mortalidad si se tienen los medios para combatirla. En España ya empezamos a ver la luz al final del túnel. Fuimos de los primeros en Europa en tomar medidas y la capacidad de reacción ha sido extraordinaria. Si los chinos construyeron un hospital en 10 días, nosotros los construimos en una semana gracias a aprovechar grandes recintos como IFEMA.Y además hemos sabido replicar este sistema a otras partes del país, en polideportivos, palacios de congresos, etc...
Pero no todos los países han tenido la suerte de tener un Gobierno combativo. En el Reino Unido, Holanda o Francia se reaccionó tarde. Hoy su cifra de contagiados y fallecidos está tan disparada que nadie duda que van a superar a España e Italia por goleada. Por fortuna la empresa privada se sigue movilizando, y también organizaciones de ciudadanos.
Y en el esquí también podemos ver muchas iniciativas de todo tipo. Puede que alguna llegue para quedarse.
Una de las primeras cosas que se necesitaron eran máscaras protectoras para los ojos. Nunca se había necesitado tanta cantidad en tan poco tiempo. Nunca el planeta entero se había tirado a comprar este material como si no hubiera un mañana.
Así que hemos tenido que ver como nuestro personal sanitario se las ha tenido que ingeniar en esta guerra contra el Coronavirus. Las gafas de buceo fueron las primera que se vieron,. Tanto es así, que Decathlon retiró sus máscaras de buceo de la venta para donarlas a hospitales por la pandemia de coronavirus.
Algunos sanitarios se dieron cuenta que también las máscaras de esquí servían, así que se pidieron a las marcas y a los aficionados a este deportes. En Estados Unidos el copropietario de las estaciones de esquí de Berkshire East y Catamount crearon una organización bautizada como Goggles for Docs que ha logrado recoger miles de máscaras tanto de particulares como de empresas como Smith Optics. Fischer USA también se ha comprometido a enviarles 1.000 unidades
La organización asegura hacer recogido unas 12.000 gafas, muchas más de las 2.000 que se necesitan actualmente en el país, aunque seguro que necesitarán más en los próximos días.
En España también hemos visto iniciativas de este tipo. El distribuidor en España de EASSUN, mandó también unas cuantas al Hospital de Vielha.
Quizás tenemos aquí un producto que llegó para quedarse. Wintersteiger, fabricante de esas enormes máquinas de reparación de esquís que vemos en muchas tiendas, ha fabricado un "armario de desinfección para máscaras y mascarillas protectoras".
Esto permite que muchos de estos productos puedan volver a ser reeutilizados (si están autorizados para ello). Bautizado como PURE CO18, no usa productos químicos para la desinfección. Además el fabricante asegura que durante el proceso de secado también hay una reducción efectiva de gérmenes con ozono, un gas natural compuesto de átomos de oxígeno que reduce notablemente la cantidad de bacterias en el aire y todos los objetos en contacto con él de microorganismos, bacterias, virus y hongos.
El fabricante austriaco ya estaba metido en este sector, pero enfocado a la industria alimentaria, guarderías o incluso en cuarteles de bomberos. Seguramente también se quedarán en la rama sanitaria.
Hace unos días vimos como en un pueblo de España la UME comenzaba a usar una especie de cañones de nieve para esparcir producto desinfectante. El aparato es un atomizador, un material que se usa mucho en la minería y en espacios cerrados con muchas partículas en suspensión. El Atomizador lanza pequeñas gotas de agua para hacer caer estas partículas y evitar que el personal la respire.
La empresa italiana Technoalpin es líder mundial en la fabricación de sistemas de nieve artificial, pero tiene una subsidiaria que también se dedica a fabricar atomizadores, EmiControls. El funcionamiento es similar que el de otras marcas: tienen adherido un depósito donde se mezcla agua y desinfectante y se lanza a alta presión en forma de neblina para proteger tanto al personal como a las máquinas.
Estas semanas se han cedido centenares de estos aparatos por Italia, especialmente en el norte, donde Technoalpin tiene su sede y donde más está afectando el COVID en ese país. El departamento de I+D además ha probado un innovador desinfectante especialmente pensado para evitar la propagación del Coronavirus. Es un líquido inofensivo para las personas, y ya están también pensando usarlo en un futuro en hospitales y centros sanitarios.
El producto rey del coronavirus es sin ninguna duda las mascarillas. Se van a necesitar miles de millones en todo el mundo. Hay muchas empresas que no se decicaban a este negocio, ya están fabricando para poder dar abasto a la necesidad que hay actualmente. En Italia vemos casos muy avanzados, donde la producción de empresas que antes eran ajenas, ahora se cuenta por millones.
Es el caso de La Sportiva y de Salewa. Esta segunda marca de ropa outdoor, se ha gastado 1 millón de euros en transformar completamente su fábrica en Montebelluna. Ambas empresas ahora fabrican material EPI sanitario. Ahora en lugar de fabricar chaquetas con Gore-Tex, están haciendo máscaras protectoras y batas lavables. Más de 60 millones de máscarillas han sido ya proporcionadas y casi un millón de batas.