Uno de los remontes es el telesilla Ferrari, al que se le cortaron dos de los seis hilos que forman el trenzado del cable. Igual que en el caso de Pal-Arinsal, el autor sabía que no podía cortar más sin riesgo para él mismo, ya que esta instalación se tensa al máximo, y un corte repentino la puede hacer saltar en forma de látigo e incluso hacer volar las pilonas.
Los responsables del complejo invernal italiano no dudaron de que el autor fue un experto conocedor de estas instalaciones y que seguramente la herramienta usada fue una radial de grandes dimesiones con batería, un utensilio muy caro y no en manos de cualquiera.
Los técnicos de Passo Rolle pidieron ayuda a estaciones vecinas, tal como tuvo que hacer Pal-Arinsal, porque este tipo de cable se fabrica a medida y se pide con varios meses de anticipación. Andalo-Paganella en el Trentino pudo cederles un cable suficientemente grande como para poder empalmarlo al saboteado, y hace unos días se pudo acabar las tareas de reparación y se puso en marcha el Telesilla Ferrari de nuevo, pudiendo operar durante las vacaciones de Navidad.
Pocos días después se descubrió que el Telesilla Paradiso también mostraba un intento de sabotaje realizado de la misma manera, aunque solo pudo romper un hilo del trenzado, quizás porque fue sorprendido por alguien. En este caso el cable si es de un modelo demasiado particular aunque por fortuna la estación de Cortina d'Ampezzo tenía uno en sus talleres.
Los costes de reparación de los dos telesillas se han cifrado en unos 50.000 euros. Sin embargo en cuanto acabe la temporada de esquí, los cables deberán ser sustituidos y esto costará otros 150.000 euros.
De momento los Carabinieri tampoco han podido descubri al autor o autores....