No será hasta diciembre o enero próximos cuando la Cámara de Comercio Industria y Servicios (CCIS) de Andorra revelará la ubicación que tiene pensada para instalar el aeropuerto que quiere construir dentro del país y que quiere que sea una puerta de comunicación del Principado con la Unión Europea (UE) y un punto de atracción del turismo de lujo.
El presidente de la Cámara, Miquel Armengol, remarcó que la ubicación que se ha propuesto en estudio por la empresa Navblue, filial de Airbus,
"no se ha estudiado nunca ni de manera superficial ni exhaustiva como estamos haciendo nosotros, ni para aeropuerto ni para helipuerto"
Por lo tanto,
la Rabassa (con parte de la pista en España) y
Grau Roig, entre otros, serían ubicaciones que ya se habían propuesto y estudiado anteriormente y quedarían
descartadas. Armengol, además, remarcó que nunca en Andorra
"se había hecho un estudio tan profundo para instalar un aeropuerto como el que estamos haciendo nosotros".
Lo que sí se sabe es que la superficie del aeropuerto para los aviones medianos y grandes que quiere atraer la Cámara debe contar con una pista de
dos kilómetros y medio, y
"que si juegas con pendientes técnicamente se pueden conseguir estos dos kilómetros y medio"
Una superficie que el mismo Armengol estima que es
casi el doble de grande que el aeropuerto Andorra-la Seu de Urgell. Y que
"evidentemente contará con el sistema GPS", que ahora falta en el aeródromo situado en la parte española.
Armengol manifestó que
se mantiene en secreto porque la Cámara también tiene en el cajón otras ubicaciones en caso de que el informe de viabilidad de esta primera opción sea negativo. Sin embargo, Armengol reitera que tienen confianza que sea un informe favorable.
Por otra parte, el presidente de la Cámara también destacó que antes de que se haya encomendado el estudio a la empresa especializada, la CCIS habló con los pocos posibles afectados (vecinos y propietarios) y reafirma que no tiene ninguna voz en contra, todo lo contrario.
"Nosotros hemos hecho al revés de lo que se ha hecho con el helipuerto. Hemos hablado con la posible gente afectada y les hemos explicado lo que pensábamos. Todos están encantadísimos y nos apoyan al cien por cien".
Armengol remarca que la ubicación que ahora está en estudio
no tiene vecinos y que, además, se prevé que los aviones sean
Neo, que es un tipo de avión que consume poco y hace poco ruido.
La Cámara es quien lleva la bandera de este proyecto, que históricamente se ha planteado y que ahora toma fuerza. Primero lo quería hacer de la mano del Gobierno pero éste la dejó sola a principios de abril y entonces encomendó el estudio a
Navblue a finales de junio. Sin embargo, tal como explicó Armengol, el ejecutivo le ha facilitado el trabajo a la hora de tener toda la información que hace falta en la empresa para estudiar la viabilidad, como los bienes, la topografía y la climatología, entre otros. El presidente de la Cámara explica que a nivel mundial sólo son dos las empresas que hacen estos estudios de viabilidad y que certifican aeropuertos, una depende de la marca norteamericana Boeing, y la otra depende de Airbus, con sede en Tolouse (Francia) y que, por proximidad, han escogido.
Armengol afirma que el aeropuerto de Andorra no es incompatible con el de la Seu por que el segundo está destinado a
aviones regionales, con una autonomía para llegar a Londres, Madrid, París. Pero lo que pretende el de Andorra es volar fuera de Europa.
"Queremos enlazar Andorra en Asia, Japón, China y Dubai, que es donde también tenemos turismo de lujo. Se han interesado tres empresas extranjeras, que financiarían la construcción del aeropuerto a cambio de concesión y otras cosas".
Aeropuertos de montaña
La empresa Navblue, que es la encargada de estudiar la viabilidad y posterior certificación del aeropuerto que se quiere ubicar en Andorra, es especialista en
aeropuertos de montaña.
Ha certificado aeropuertos como el de Bután, Cusco (Perú), el de El Salvador y el de Innsbruck (Austria). Miquel Armengol remarca que todos estos aeropuertos de montaña representan una complejidad muy superior de lo que se quiere construir en Andorra, tanto por la orografía como por la meteorología.