Los responsables de la instalación presentaron ayer el proyecto, uno de los más emblemáticos de su historia, que se ubicará en la llegada de la pista Avet, que acogió la Copa del mundo de 2012. Sin esta infraestructura, la organización de la prueba sería inviable por carencia de espacio tal y como se constató hace cinco años por un problema de seguridad de las gradas, evacuación de espectadores equipos de comunicaciones. Además, la integridad de los corredores se asegura con la mejora de la superficie de frenado, que contará con más superficie y menos pendiente.
La inversión, financiada al cien por cien con capital de Ensisa, la sociedad que explota los sectores de Canillo, Soldeu y El Tarter en la estación de Grandvalira, prevé la conexión física de las pistas con la segunda de estas poblaciones. Una vez cerrado el acuerdo con el propietario de los terrenos, Casa Calbó, que cede el derecho de superficie durante 99 años, este mes de junio ya comenzarán los trabajos teniendo en cuenta que tienen una duración de dieciocho meses y hay un invierno de por medio , por lo que se pueden alargar hasta el verano de 2019. Para acelerar los trabajos los elementos de la plataforma serán prefabricados y sobrevolará el río a 35 metros de altura.
El proyecto contempla también la creación de 440 plazas de aparcamiento que facilitarán la mejora del ordenamiento turístico de todo el área.
Las finales de la Copa del Mundo de esquí Alpino en Soldeu tendrán lugar del 11 al 17 de marzo de 2019 en las pistas Avet (Soldeu), y Àliga (El Tarter). Los nuevos equipamientos se diseñarán para que puedan acoger otros acontecimientos de características similares, además de eventos multiculturales. La superficie de la plataforma a construir será de casi 12.000 metros cuadrados y sobrevolará el Valira de Oriente para unir las dos vertientes del valle por encima del río.