Un largo ciclo de pocas nevadas como el que ha estado viviendo California estos últimos años, la aparición de las rutas aéreas de low-cost y las agresivas ofertas de las estaciones de los Alpes, dejó la industria de las estaciones de esquí en Escocia tan mal, que algunos ya daban por hecho que se iban a finiquitar más pronto que tarde.
Pero el sector reaccionó, y el cielo también. Empezó a nevar tanto que algunas estaciones como Cairgornm se vieron obligadas a cerrar por exceso de nieve. Las estaciones además se unieron lanzando un forfait único. Al fin y al cabo están todas unas cerca de las otras y una familia ya puede pasar una semana de esquí en su país esquiando cada día en un complejo invernal distinto.
Estaciones como Glenshee y Glencoe, que habían estado funcionando con voluntarios porque los propietarios ya no querían saber más de ellas y tampoco habían encontrado comprador, ahora tienen nuevos dueño y funcionan muy bien. El mismo caso de Cairngorm, adquirida por una multinacional de resorts de turismo, y quien va a realizar profundas inversiones.
Los de Glenshee no se quieren quedar atrás, y ya han anunciado que están en trámites para comprar un telesilla nuevo de cuatro plazas. Toda una alegría para los esquiadores locales, que seguramente harán una pèregrinación hasta sus pistas la próxima temporada para saber como es un remonte de estos. Y es que desde que Nevis Range montara un cuatro plazas allá por los '90, nunca más se ha visto un nuevo modelo de estos.
Los escoceses reciben con alegría estas noticias. Hay que tener en cuenta que la mayoria de remontes allí son viejos telesquís que datan de los años '60 y '70. Solo Nevis Range, que abrió en los '90, tiene un telesilla y un telecabina.
No es la única modernización de Glenshee. El año pasado ya montó un telesilla triple y ahora sustituye el telesquí Cairnwell por el cuatro plazas. Tendrá el doble de capacidad y será capaz de transportar a 1.500 personas por hora. El sector de Cairnwell es el que tiene las pistas más apreciadas de esta estación. Ahora además serán accesibles para los niños y todo tipo de esquiadores, con lo que se repartirá más el flujo de visitantes reduciendo colas en muchos puntos.
