La cifra de personas que usan los remontes no obstante siguen siendo bajas. La afluencia a las estaciones y hoteles se ha incrementado un 30% respecto al año pasado, hasta las 800.000 personas, pero solo 300.000 eran esquiadores, mientras que los 500.000 restantes ha sido gente que ha usado los hoteles para otras actividades.
No obstante algunas fechas como las de Navidad empieza a notarse colapso tanto en los remontes como en los hoteles. La devaluación del Rublo un 55% desde 2014 ha hecho que a los rusos les cueste más salir a esquiar fuera. Además el Gobierno ruso ha prohibido la venta de paquetes turísticos a Turquía y Egipto.
Vladimir Putin se ha propuesto aprovechar la coyuntura para crear una verdadera competencia a las estaciones de los Alpes. De momento ya ha planteado asignar 90 millones de dólares para mejoras en Rosa Khutor hasta 2018 para incrementar su capacidad. Al mismo tiempo proyecta una ampliación mucho más grande para todo el área de balnearios y estaciones de esquí del Mar Negro donde está Sochi. El presupuesto es de unos 5.000 millones de dólares. Para poner en contexto esta cifra hay que tener en cuenta que para los Juegos Olímpicos se gastó solo en instalaciones de nieve, 2.000 millones de dólares.
El área de Sochi cuenta con tres estaciones. Una es la de Rosa Khutor, otra es propiedad de la gasística Gazprom PJSC y hay una tercera desarrollada por la entidad financiera Sberbank PJSC. Los planes son de construir dos estaciones más en 10 años para competir con las estaciones de los Alpes franceses o de Suiza. Al parecer algunos de estos ricos clientes preferirían quedarse en casa si tuvieran suficiente oferta para estancias más prolongadas.
Rosa Khutor cuenta actualmente con 'solo' 77kilómetros de pistas. Los planes son de ampliar hasta los 100 kilómetros. También se instalarán remontes más rápidos para evitar las colas y más hoteles. Aún así, será insuficiente frente a los gigantes alpinos con 200 kilómetros de media.