Ya existe alguna empresa que de una manera u otra ofrece esquiar en Corea del Norte. De hecho es la única manera de hacerlo, teniendo en cuenta que hablamos de una de las dictaduras mundiales más férreas de la actualidad. No te puedes plantar allí sin avisar, a no ser que también quieras visitar uno de sus famosos gulags.
Pero sí que es la primera vez que una agencia se especializa en viajes a Masikryong. Se trata de una empresa rusa, uno de los pocos países con quién Corea del Norte mantiene contactos algo más estrechos. ¿Pero qué necesidad tienen los rusos de irse tan lejos a esquiar teniendo las suyas en el Caucaso o incluso pudiendo llegar a los Alpes a través de Turquía?
Pues la razón es que se trata de una agencia de viajes situada en el Krai de Primorie, la zona más extrema de Rusia, y la que le permite alcanzar las costas del Pacífico. Es la la única frontera de Rusia con Corea del Norte. Por allí hay un puñado de pequeñas estaciones de esquí gracias a que la mayor parte del territorio es montañoso, y nieva mucho por aquellas regiones.
El precio el paquete turístico de 750 dólares a la estación de esquí Masikryong de Corea del Norte e incluye vuelos de ida y vuelta entre Vladivostok y la capital norcoreana de Pyongyang, así como traslado a la nueva ciudad turística en Wonsan. La oferta asegura que la estancia es en hoteles de cuatro y cinco estrellas, según el estado.
Masikryong fue la primera estación de esquí pública de Corea del Norte. Se inauguró hace precisamente 10 años con largas colas y mucha polémica. Corea del Norte tiene un embargo de la ONU que le impide comprar productos que no sean de primera necesidad, y aún así logró meter dentro del país hasta el último de los elementos necesarios para construir este complejo invernal. Desde un telesilla que vino de Suiza y un telecabina desde Austria, a material de alquiler totalmente nuevo, motos de nieve desde Italia y un sistema de forfaits manos libres.
La moralidad de ofrecer viajes a este país es difícilmente aceptable, pero antes de Rusia numerosas empresas europeas han enviado a esquiadores de todo el continente a Masikryong. Aunque es especialmente el turismo cultural o de 'morbo' por entrar en un país tan hermético, el que atrae a miles de turistas cada año, algunos incluso de los Estados Unidos, como fue el caso del malogrado Otto von Schirach, estudiante que falleció tras ser condenado a trabajos forzosos durante 15 años por robar un poster político. Falleció a los pocos meses.
Aún así, se calcula que cada año entran a Corea del Norte 5.000 turistas a través de la Korea International Travel Company, la agencia de viajes oficial del Gobierno. Todo deben llevar un guía.
Corea del Norte tiene la intención de ampliar el número de turistas. Por eso, entre otras cosas, comenzó a construir una pequeña red de estaciones de esquí. La primera fue Masikryong en 2014. Luego Kanggye Ski Resort en 2018, y un año después Samjiyon. Solo el COVID logró detener las ambiciones de Kim Jong Un para seguir ampliando la cartera.
En paralelo se construyen resorts turísticos de costa, como el de Wonsan.