Ibernieve Aragón se constituyó mediante escritura pública hace tan solo dos meses por los impulsores de la operación para rescatar el complejo invernal del valle del Aragón, que figuran a través de cuatro sociedades:
- Sassonger Snow (Yarza),
- Santa Cristina de Altaoja (Alierta),
- Sport Around the World (Forcén) y
- Ebrosol Inversiones (Soláns).
El consejo de administración de Etuksa dispone ahora de quince días para trasladar oficialmente la oferta vinculante incondicionada de compra a los accionistas. Estos a su vez dispondrán de un plazo máximo de 30 días para comunicar si venden en los términos fijados. A partir de ese momento, los que hayan mostrado su intención de mantener sus participaciones dispondrán de otros 30 días para ejercer el derecho de adquisición preferente que legalmente les asiste, tal y como les explicó por escrito a los socios hace tres semanas. De este modo, la compraventa de Explotaciones Turísticas de Candanchú será una realidad a finales de enero.
La propuesta económica formalizada por Ibernieve supone un 72,5% del capital social de Etuksa y tiene como principal condición la adquisición de un paquete de acciones que garantice el control de la sociedad, fijada en un mínimo del 55% del capital social, además de asegurar la mayoría de la representación en el consejo de administración. Igualmente, se establece la necesidad de que los socios que vendan sus acciones garanticen cualquier tipo de contingencia de Etuksa previa a la operación mediante la constitución de avales bancarios.
La primera condición está prácticamente asegurada, puesto que a finales de julio ya se comprometieron a vender los principales accionistas el 52% y existe un amplio apoyo entre el resto de socios a la entrada de empresarios aragoneses como para asegurar más del 55% del capital social.
Las otras dos cuestiones que estaban por despejar también se han aclarado. Por una parte, la actualización de libro de registro de acciones para poder inscribir la compraventa a favor de Ibernieve, aunque ya existía un listado detallado y actualizado de accionistas en el que se especifica el número que posee cada uno.
La otra cuestión tenía más repercusión y es la existencia de un procedimiento de ejecución hipotecaria iniciado por parte de Bantierra contra Etuksa, fruto del concurso de acreedores que presentó la propietaria de la estación de Candanchú hace tres años. De hecho, la deuda estaba calificada como crédito privilegiado y asciende en la actualidad a más de 800.000 euros. La entidad crediticia ha mostrado su voluntad de facilitar el futuro al complejo invernal, que pasaría por refinanciar para no incrementar aún más la losa económica. De hecho, la devolución de la deuda millonaria ya se pactó con los acreedores a diez años, pero el calendario de pagos es asfixiante para Etuksa y se buscó su venta.