¿Para que quiere esto Google? Pues muy sencillo: quiere seguir ampliando su sistema de publicidad. Para finales del año que viene espera haber podido incorporar las imágenes en directo de estos satélites a Google Maps. Se acabó el planificar nuestros viajes sobre una cartografía realizada hace tiempo. Ahora lo podremos hacer con imágenes del estado de las carreteras en tiempo real.
Pero no es esta la única adaptación. Cuando queramos ir a la playa, echaremos un vistazo a Google Maps para ver el estado del oleaje, o cuando hay más atascos en los accesos. Y de la misma manera en invierno, podremos ver el estado de la nieve en las pistas de esquí a la que pensamos ir. No solo las imágenes que nos quieren dar desde la estación a través de sus webcam 'estratégicamente' colocadas, sino de toda la estación, de las colas en los remontes que hay, si hay zonas sin nieve o si no abren algún remonte. Podremos estar esquiando, y decidir saltar a otro sector dependiendo de las situaciones que la red de satélites de Google nos muestra en el móvil. Si hay demasiada gente esperando en ese telesilla, quizás será mejor ir a otro...
El mercado para Google es enorme, ya que esas imágenes que van a mostrar, mucho más amplias y mejores que las webcams, serán vistas por millones de personas, lo que da una imagen del potencial en publicidad que eso significa.
¿Y las webcams? Pues no hay que olvidar que a día de hoy todavía hay estaciones sin webcam, las hay con imágenes malas, realmente malas, y muy pocas las que ofrecen una visión nítida en alta definición. La razón es que montar estos aparatos es caro, laborioso muchas veces si se quieren montar en zonas altas, y lo más importante: ofrecen imágenes solo de la zona donde está montada la cámara. Con el nuevo sistema de Google Maps podremos ver todo el área esquiable. "El ojo que todo lo ve".
En el siguiente video puedes ver un ejemplo de lo que son capaces estos satélites. Son imágenes tomadas desde el espacio, con una calidad asombrosa, y lo más importante, todas captan el momento real. La nieve que hay en una montaña de Washington, las olas que hay en la costa de una ciudad africana, o incluso el movimiento de un coche por una carretera asiática: