"Es el fin de una era, pero también el comienzo de mi próximo capítulo. Gracias por vuestro apoyo. El esquí sigue siendo una parte muy importante de mi vida, pero lamentablemente tengo que para salir de la escena de las carreras. He vivido y amado cada minuto de este fantástico deporte, de principio a fin"
Son palabras que la propia Chemy Alcott escribía en su muro de Facebook y su cuenta de Twitter para anunciar su despedida a todos sus seguidores y aficionados. Nacida el 10 julio de 1982 en el conocido barrio londinense de Twickenham, donde se encuentra el estadio del mismo nombre, y hogar del rugby Inglés, Chemmy Alcott se pone sus esquís por primera vez cuando contaba tan solo con 1 año y medio. Por entonces lo hacía tan solo los días festivos que su familia se iba a Francia. A los 12 años sufre su primer accidente grave en pistas. Le duele el cuello, y tras su curación dos de sus vértebras se fusionan entre sí. Llevaba desde los 11 pasando sus veranos en Nueva Zelanda, donde continuó hasta los 19, hasta el punto de que su primera carrera FIS es un gigante disputado en Coronet Peak en Agosto de 1997, y al año siguiente ganó la Copa de Esquí de Australia / Nueva Zelanda.
Participó en cuatro ediciones de los Campeonatos del Mundo Junior, donde su mejor puesto es una 4º posición en la Combinada de Sella Nevea 2002. En la Copa del Mundo ha participado en 179 carreras, la primera en el Gigante que el 28 de Diicembre de 1999 se disputó en Lienz, y su última carrera fue el Descenso del pasado 2 de Marzo en Crans Montana. En Diciembre de 2010 sufrió una grave lesión en su pierna derecha, que le apartó de la competición durante dos temporadas. Su mejor resultado fue una 7º posición en el Gigante de Reiteralm el 15 de diciembre de 2006.
En los Juegos Olímpicos ha participado en 4 ocasiones, y en dos veces logró el 11º puesto, los del Descenso y la SúperCombinada de 2006 y 2010 respectivamente.
Se la puede considerar como la tercera corredora británica tras Gina Hathorn y Divina Galica, que se subieron al podio en los años '60, cuando la Copa del Mundo daba sus primeros pasos en la historia.
Pese a tener unos resultados discretos, y a haber sufrido la falta de apoyo financiero de su país para logar mejores resultados, la británica era muy conocida en el circuito, gracias a su belleza, y a su sonrisa perenne.