La Stelvio de Bormio, el Lauberhorn de Wengen, y ahora el doblete de la Streif de Kitzbühel. En un mes, y aunque nunca había ganado una carrera de velocidad, Cyprien Sarrazin consiguió victorias en los tres estadios más emblemáticos de la Copa del Mundo de esquí alpino.
Este pasado sábado 20 de enero de 2024, el esquiador de 29 años escribió una página en la historia del deporte francés e incluso de la Copa del Mundo de esquí, al lograr un doblete excepcional en Descenso en la mítica Streif de Kitzbühel. Una hazaña así no se había producido en Francia desde Luc Alphand en 1995.
Nacido en Gap (Altos Alpes ) en 1994, aprendió a esquiar con su padre, un instructor de esquí que lo puso sobre la nieve a los seis años. Después de obtener el bachillerato, el hombre apodado “Crazy Cyp” continuó sus estudios en Annecy, no lejos de las pistas de esquí, donde realizó un DUT en Técnica y Marketing.
En 2017, con 23 años, fue seleccionado para incorporarse al equipo francés de Copa del Mundo. Y en ese primer año en su séptima participación, ya logra contra todo pronóstico su primera victoria. Fue en el Paralelo Gigante de Alta Badia, donde se impuso en la final con un solo bastón (se le cayo en la salida) al suizo Carlo Janka.
Lamentablemente, el joven Sarrazin sufrió desde entonces numerosas lesiones. En 2018, tras sufrir un traumatismo craneoencefálico mientras entrenaba en Alemania, fue internado en cuidados intensivos. La recuperación fue bastante dramática. Se le prohibió poder ver ninguna pantalla ni podía leer nada, "tuve que pasar 10 días sin teléfono, sin nada de nada”, explicó a la AFP en octubre de 2018.
Lejos de amilanarse, cuando salió se reincorporó al equipo francés, aunque con resultados muy discretos hasta que en 2023 vuelve a retirarse temporalmente por una lesión en la espalda que le deja fuera de la Copa del Mundo. Toda estas lesiones (hay que añadir otra en la tibia) le dejan secuelas, hasta el punto que se replantea colgar las botas.
Pero siguiendo los consejos de sus técnicos, reorienta su carrera desde el Gigante, a carreras más de velocidad como el Super-G y el Descenso. Y es ahí donde encuentra su verdadero éxito y confianza en si mismo. Y es que según contó tras su primera victoria en Bormio el pasado mes de diciembre, sufría lo que se conoce como 'síndrome del impostor', que es un trastorno psicológico que te impide reconocer tus propios éxitos.
Para lograrlo, contó con la ayuda de un psicólogo que le ayudó a encontrarse a sí mismo. También estudió sofrología para canalizarse y escucha a un “coach energético” para superar su “síndrome del impostor” y tratar de calmar su euforia que tantos disgustos le ha dado. Atrás quedaron las escandalosas salidas de pista por los riesgos que cometía en bajadas demasiado agresivas, que si bien hacían levantar al público, le granjearon fama de exaltado.
Cyprien Sarrazin confirma que ha "hecho un click en su cabeza" y que ahora esquía como vive, con mucha calma incluso a gran velocidad, tal como confirmaba en un entrevista a pie de pista tras la victoria del primer Descenso de Kitzbuehel,
“Antes me volvía loco y eso me llevaba a cometer errores, pero esta temporada puse todo en orden, especialmente en mi cabeza. Ya no tengo miedo. Estoy tranquilo y asumo riesgos que están controlados, estoy en mi zona de confort”.
En Bormio, Sarrazin consiguió la primera victoria francesa en descenso en ocho años. En Wengen puso fin a 10 años de sequía azul en Super-G. Y en Kitzbühel, es el primer francés que gana un Descenso desde hace 27 años, después de 11 podios pero ninguna victoria desde 1997. Hazañas que el Presidente de la Federación francesa Fabien Saguez, celebraba abiertamente,
"Hemos estado rompiéndonos los dientes aquí durante veinte años logrando segundos y terceros puestos, colocando a hasta ocho corredores entre los primeros treinta. Ahora estoy seguro que acabamos de vivir uno de los mejores momentos del esquí francés”.
Cyprien Sarrazin duplica ganancias en Kitzbühel
Cyprien Sarrazin acumula podios que le otorgan fuertes bonificaciones. Después de esta segunda victoria en dos días, el esquiador de Gap acumula ya 354.000 francos suizos (373.800 euros) en la Copa del Mundo de esquí alpino.
Pero es en Kitzbuehel donde se ha llevado gran parte de ese dinero, ya que ha ido a ganar en la pista que más dinero se reparte. Las Hannenkamm dan 100.000 francos suizos (105.000 euros) por cada victorias.
Antes, sus dos cuartos puestos en Val Gardena le otorgaron 9.000 francos suizos cada uno, mientras que su victoria en Bormio le dio otros 45.000 CHF. Por el segundo puesto en el Descenso de Wengen, 22.000 CHF, y por su victoria al día siguiente en Super-G, se llevó 47.000 CHF.
A estas alturas de la temporada, en categoría masculina sólo el suizo Marco Odermatt le supera en premios en metálico con 475.000 francos suizos, (algo más de 500.000 euros). Si nos fijamos también en la femenina, la estadounidense Mikaela Shiffrin (394.000 CHF; 416.000 €) se coloca en segundo lugar, mientras que a Sarrazin lo encontramos en el tercer puesto con sus 354.000 CHF; 373.800 €).
Con Rossignol desde 2019
Cyprien Sarrazin comenzó a competir con Fischer, pero en 2019 decide cambiar de marca y se va a Rossignol, con quién empieza a planificar su reorientación hacia carreras de velocidad. Aunque logra un magnífico segundo puesto poco después en el Gigante de Alta Badia de 2019, deciden que es hora de cambiar.
Stéphane Mougin, jefe del departamento de carreras de Rossignol pone a Fabrice Mermet como técnico para Cyprien Sarrazin, y juntos buscan el material que se ajusta a la forma de esquiar del francés. Irónicamente, Memet se pone enfermo y es con su sustituto, Paul Delberghe, que se logran los éxitos, aunque hacía tiempo que apostaban por él, tal como reconoció Mougin este fin de semana,
"Ya había demostrado su capacidad de velocidad la temporada pasada, especialmente durante el verano de 2022 en la Copa Sudamericana en Chile. Le faltó consistencia. Con sus muy buenas bases en Gigante y sus cualidades técnicas, vimos que se podría aprovechar para la velocidad. Le ayudamos y le empujamos a reorientar su carrera.
Para Sarrazin construimos unos esquís bastante largos (2,23 metros en Descenso y 2,15 m en super-G). Toma decisiones bastante claras con respecto a su equipo y le hemos ampliado su número de esquís para que pueda escoger exactamente el que mejor le convenga".
Sarrazin es la consolidación del retorno de Rossignol a la velocidad. Cameron Alexander venció (ex-aequo) el Descenso de Kvitfjell en marzo de 2022. Luego volvió a subir al podio meses después en Bormio al quedar tercero. Ahora Cyprien Sarrazin se convierte en el líder del grupo de velocidad de la marca francesa tras sus extraordinarias cuatro victorias esta temporada.
Por cierto, Rossignol se va de Kitzbuehel con victoria en las tres carreras, ya que al doblete de Cyprien Sarrazin, se une el triunfo de Linuss Strasser en el Slalom del domingo.
Bormio y Kitzbuehel han visto triunfos de Sarrazin en Descenso