El 8 de febrero de 1964 se abrió la estación, aunque la inauguración oficial no tuvo lugar hasta el 8 de marzo. Tal y como indicaron los accionistas actuales, la estación, a diferencia de la del Pas de la Casa, creada en 1957, se caracterizaba por que ya contaba con un telesilla, uno de los primeros de los Pirineos, y la emblemática pasarela que daba acceso a las pistas. Durante los primeros años, la estación no tenía nada que ver con lo que se ha convertido: las pistas se pisaban manualmente, los remontes funcionaban con gasoil, los empleados calentaban las barracas con leña, y clientes y trabajadores eran como una familia.
Entre los momentos clave de la historia destaca el año 1971, con la adquisición de la primera máquina pisanieves de Andorra , y el de 1981, año en el que la estación amplió su dominio hacia el Tarter. El vicepresidente del consejo de administración de Ensisa, Xavier Cornella, destacó el año 1993 como "el inicio de una nueva etapa", momento en el que el Comú de Canillo y Crèdit Andorrà pasaron a ser los accionistas mayoritarios de la sociedad. Cornella indicó que durante estos últimos 20 años se han realizado inversiones por valor de 114 millones de euros, gracias a los cuales la estación ha evolucionado de manera muy importante.
Así pues, tal como destacó el presidente de Ensisa, José Mandicó, cuando se logró la creación de Grandvalira, hace 10 años, Soldeu- el Tarter "era el hermano pequeño" pero ya había comenzado a ganar terreno a la estación de Pas de la Casa -Grau Roig, un hecho que facilitó la unión comercial.
Para conmemorar el 50 aniversario de Ensisa, la estación ha preparado una serie de actividades para poner de relieve su papel como motor de la parroquia e incluso del país. En primer lugar, se ha organizado una exposición fotográfica, que se inaugurará el 6 de febrero en el vestíbulo del edificio del telecabina de Canillo y que el 17 de febrero se trasladará a Illa Carlemany. El 7 de febrero por la noche se celebrará en la base del sector de Soldeu la Fiesta de la luz, con fuegos artificiales, una bajada de antorchas, proyecciones con láser y una exhibición de la Escuela de Esquí. Finalmente, el sábado 8 de febrero tendrá lugar una carrera en la pista Avet con vestimenta de época y una fiesta en el restaurante del Abarset . Además, también se ha editado un libro y un vídeo que recogen imágenes y vivencias de los protagonistas de los 50 años de historia .
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