El último borrador de acuerdo está pendiente del visto bueno del consejo de administración de la concesionaria, Explotaciones Turísticas de Candanchú (Etuksa), que presentará inmediatamente después el concurso de acreedores para cerrar la operación, según explicaron fuentes implicadas en la negociación.
No obstante, Etuksa sigue pendiente de «unos flecos jurídicos» para oficializar el contrato y que están relacionados con la deuda con sus trabajadores, que no cobran sus nóminas desde el mes de junio. Lo que todas las partes tienen muy claro es que el objetivo es garantizar que las instalaciones abran para la próxima temporada de esquí, aunque sea con unos días de retraso.
El acuerdo no implica que al día siguiente se aclare el futuro de la estación de Candanchú. Primero deberá presentarse el concurso, que el juez dicte un auto por el que lo admita a trámite y nombre un administrador concursal, que a su vez tendrá que estudiar el acuerdo entre Aramón y Etuksa para ratificarlo. Y en función del alcance del contrato, el juez tendría que autorizarlo.
Todo este trámite llevará unos cuantos días, aunque los implicados están convencidos de poder llegar a tiempo al inicio de la temporada, previsto para el puente de la Constitución si hay suficiente nieve en el Pirineo aragonés. Pero incluso para lograrlo habrá primero que poner a punto los remontes y la red de innivación artificial, que llevan fuera de servicio desde el pasado mes de abril y se desconoce su estado real.
El contrato de gestión establece los costes de la puesta en marcha entre 380.000 y 500.000 euros y los empleados de Candanchú dan por hecho que todos los trabajos necesarios se pueden realizar en poco más de una semana. Otra cosa es que se les suministre las piezas defectuosas, ya que las cuantiosas deudas se extienden también a los proveedores. Por si fuera poco, el sistema de transporte por cable tendrá que pasar la preceptiva revisión anual de técnicos de Obras Públicas, que se alarga dos días.
A partir de ese momento, Aramón asumirá la gestión de la estación de Candanchú por un periodo de seis meses, poco más de lo que durará la próxima campaña de esquí 2012-2013. Esto supondrá la salida del histórico director de las instalaciones, Eduardo Roldán, que solo podrá continuar como accionista de referencia y miembro del consejo de administración de Etuksa. Será sustituido por un técnico designado por el ‘holding’ aragonés de la nieve.
La decisión de la DGA de rescatar Candanchú del cierre se pactó a principios de octubre entre la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, con Eduardo Roldán. Entonces, se pretendía firmar un arrendamiento por 690.000 euros. el importe necesario para pagar la deuda de los trabajadores y los gastos para la puesta en marcha de las instalaciones.
Tras hacerse público, llegaron los embargos de la Seguridad Social y de la Agencia Tributaria por un deuda superior a los dos millones de euros, lo que dio al traste con el acuerdo verbal alcanzado.
La situación llevó a negociar otras posibilidades, como la de un arrendamiento testimonial por un euro, pero finalmente se ha pactado que sea un contrato de gestión únicamente por el coste de la puesta en servicio. Las citadas fuentes implicadas en la negociación explicaron que, tras el embargo de Etuksa, no se puede asumir parte de la deuda porque existiría el riesgo de que saliera adelante una demanda por sucesión de empresas. Y esto supondría que, finalmente, Aramón asumiera los más de seis millones a los que asciende el agujero de Etuksa.
Además, explicaron que los trabajadores podrán cobrar cuatro de los seis meses que se les adeuda a través del Fogasa tras la presentación del concurso. Con la ley concursal en la mano, la última nómina será calificada como una deuda con especial preferencia y la restante como crédito preferente respecto al resto de acreedores.
La concesionaria también tiene varios préstamos con Cajalón, CAI, Santander y Banco de Valencia con garantías hipotecarias sobre fincas, locales, garajes y las propias oficinas de administración de Explotaciones Turísticas de Candanchú.
La crítica situación financiera de la sociedad queda reflejada en la documentación, en la que se constata que cumple las condiciones para la liquidación por no poder afrontar sus pagos. Esto llevó a los accionistas a aprobar recientemente una ampliación de capital a la que no piensan acudir los principales socios y que obligará a una reducción de capital para restablecer el equilibrio patrimonial de la compañía. La auditoría presentada también pone una salvedad a las cuentas, ya que no se le facilitó a la profesional que hizo el informe «un detalle actualizado de la deuda» con Hacienda
La mayoría de los trabajadores fijos de Candanchú llevan seis meses sin cobrar la nómina, por lo que han debido recurrir a familiares y amigos para hacer frente a los gastos. ayer un empleado del centro de deportes de invierno del valle del Aragón manifestó que
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