Indice Flex de Botas Universal
En otros sectores tan técnicos como el de los sacos de dormir, los fabricantes llegaron a un acuerdo y establecieron una norma unificada para marcar la temperatura nominal para la que están preparados. En el caso de las botas hoy en día el número de flex sirve para tomar una referencia de un número a otro pero siempre dentro de la misma marca. Así, el índice que tienes en Lange, si te cambias a Dalbello no tendrá por que ser el mismo.
Algo que sirve para saber la rigidez que tiene la bota hacia adelante, debería estar bien marcado entre los fabricantes, ya que muchas veces una mala experiencia puede hacer echar para atrás al consumidor, no solo contra esa marca, sino abandonar su intento de comenzar a esquiar. Pero hoy en día se usa sobre todo como estrategia de márketing para marcar los precios.
Pero la situación podría cambiar si fructifica una iniciativa de Nordica, que pretende poner de acuerdo a todos los fabricantes de botas para unificar el índice flex. O al menos que sean más transparentes a la hora de decirnos cómo calculan ellos el índice para sus botas!.
Para marcar un 'índice flex universal', el fabricante italiano quiere colocar una palanca de hierro de un metro de largo que se inserta en cada modelo de bota, que permitirá determinar cuantos Newton Metro se necesita para doblar la bota 10 grados. La cantidad de fuerza aplicada dividida por los grados de flexión, deberían dar el nuevo número de Flex.
Por ahora parece que Nordica va a seguir publicando el número que venía aplicando hasta ahora, y para que el consumidor pueda comparar, al lado el nuevo número flex universal. A la larga más marcas deberían sumarse, e ir retirando gradualmente el antiguo número en unos cinco años. De momento varios fabricantes apoyan la idea, aunque con cierto grado de esceptisismo. Es más hay marcas que ni lo usan, y algunas como Scarpa lo tienen desde hace apenas tres años, cuando se metieron en el mercado de freeride, y los clientes querían saber el índice flex de lo que compraban.
Otras como Full Tilt usan una escala propia que va del 1 al 10, donde el 8 equivaldría al 100 del resto de marcas (mas o menos, y según el fabricante). Irónicamente esta sea la escala más lógica, y eso que ha llegado la última.
Otras voces como la de Thor Verdonk, manager de producto técnico de Lange/Rossignol, afirma que hay muchos factores que intervienen a la hora de establecer una norma y que sería complicado llegar todos al mismo punto, "no es cosa de poner la bota en una situación de flexión y torsión". Para el ingeniero de la marca francesa, inciden muchas otras cosas como el espesor, la composición del plástico, la colocación de la hebilla, la bisagra, etc... "demasiadas variables".
De todas maneras muchos de ellos reconocen que la industria del esquí no es que se conozca por sus acuerdos, así que probablemente costará mucho de ver algo así, unificado.