El auge de estas tres nacionalidades se puede observar en el incremento del 5,7% de la temporada 2008/2009 al 7,6% del año pasado. No obstante, los españoles, con un 60% -el 21% son catalanes- se mantiene como el principal cliente de Grandvalira, teniendo en cuenta que sus principales competidoras son las estaciones catalanas o las españolas de Sierra Nevada y Aragón. "Los Alpes no tienen el mismo mercado que Grandvalira", especifica el directivo. En esta estación andorrana, los franceses ocupan un segundo lugar con el 11,1%, Irlanda y Reino Unido le siguen con el 8,7%, Portugal tiene un 7,4% y el 6,3% restante está representado por los propios andorranos. "Intentamos que las manzanas estén bien distribuidas", dice José Blanco sobre el origen de los esquiadores de Grandvalira.
Esta estación de esquí es comercializada por la empresa Nevasa, que está participada por Ensisa -sociedad explotadora de la estaciones de Soldeu-El Tarter que dirige Conrad Blanch- y Saetde -gestora del Pas de la CasaGrau Roig que dirige Joan Viladomat-.
Una marca en el negocio blanco
Una de las prioridades de Grandvalira, que cerró 2010 con una facturación de 56 millones de euros y un beneficio de 4 millones, es potenciar la comercialización de la marca en el negocio blanco. Para ello, las plataformas de comunicación y márketing se han convertido en un buen canal para la estación.
"Las grandes inversiones ya están hechas", afirma el director general sobre las novedades de la estación, aunque "siempre se puede mejorar" en infraestructuras, accesos, ofertas de los forfaits, servicios, restauración y la reforma de algunas pistas de esquí para ofrecer una buena experiencia al cliente.
La posible expansión con el proyecto de ampliación de Grandvalira hacia Porté des Neiges, del que se habló en su día, "está parado por razones políticas" apuntó José Blanco. Ante la imposibilidad de crecer en cuanto a espacio, la estación de esquí seguirá buscando esquiadores fuera de sus fronteras.
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