¿Qué le ha animado a embarcarse en la aventura de dirigir la estación de esquí de La Pinilla? En primer lugar, he aceptado esta responsabilidad por una cuestión sentimental. Soy un enamorado de Riaza y su comarca. Llevo muchos años vinculado a esta zona. Y, un día, me llamó José Antonio Montejo [concejal del Ayuntamiento de Riaza], estuvimos toda una tarde hablando de nieve y me presentó a Benjamín Cerezo [alcalde de Riaza]. Vi a dos personas jóvenes, con ganas de trabajar por La Pinilla y que entienden perfectamente el papel que debe jugar la estación de esquí con respecto a su entorno (...) La mayor virtud de una estación de esquí es la capacidad que tiene de generar recursos en todo su entorno. Una estación de esquí debe ser una locomotora para toda su comarca.
Ese impulso del que tanto se habla, ¿se puede cuantificar económicamente?. Se calcula que cada euro que se invierte en una estación de esquí genera en su entorno 7,5 euros. Y, en cuanto al gasto que hacen los visitantes, está calculado que por cada euro que un esquiador deja en una estación, consume nueve euros en el entorno. Y esto vale también para La Pinilla (...) Estos datos se han entendido muy bien en Aragón, que en su día apostó por las estaciones de esquí como motor de desarrollo de las comarcas donde se situaban.
¿Qué se necesita para que funcione una estación de esquí?. Hay dos aspectos clave para que una estación de esquí funcione. El primero, primordial, es la nieve. Y si no nieva lo suficiente hace falta tener un buen sistema de innivación artificial. Es fundamental para el éxito. En segundo lugar, hace falta realizar una importante labor comercial. Y La Pinilla tiene que estar los mercados que nos suministran, en un perímetro que abarca desde Valladolid hasta Madrid.
¿Es cierto que en La Pinilla nieva poco? Todavía no tengo datos para afirmarlo o desmentirlo. Tendría que tener datos sobre las precipitaciones caídas en La Pinilla pero, desgraciadamente, la información a nivel oficial es bastante escasa, y, a nivel interno, inexistente. En cualquier caso, reitero que lo que debemos hacer es aprovechar toda la nieve que caiga y luego, potenciar su permanencia con un buen sistema de innivación artificial.
¿Qué ofrece la estación de esquí de La Pinilla que no puedan ofrecer otras?. Podemos dar un servicio muy bueno, muy digno. Quizá no tengamos los mismos kilómetros de pistas que hay en otras estaciones, pero contamos con unas pistas magníficas y divertidísimas. Conozco más de 80 estaciones de esquí de todo el mundo; se que lo que digo es cierto (...) Yo no soy un kamikaze, no me he jugado mi futuro profesional para ir a una estación de esquí que no reúna las garantías suficientes.
¿Qué es lo más urgente que necesita La Pinilla ahora mismo?. Ha habido cuatro o cinco cuestiones que me han preocupado, pero prefiero que las conozcan primero los miembros del Consejo de Administración (...) En cualquier caso, mi planteamiento se basa en cuatro pilares. El primero, una mejora de la gestión interna. Tenemos que convertirnos en una empresa moderna. El segundo, la gestión de la nieve. El tercero, la labor comercial. En ese sentido, tenemos que plantear una política muy activa. Tenemos que crear paquetes turísticos, actualizar la web... Y, en cuarto lugar, hay que trabajar en la situación financiera...
En la actual coyuntura, la disponibilidad de recursos económicos será, previsiblemente, no muy alta, ¿no? Todas las estaciones de esquí del mundo, todas, tienen problemas económicos. Las inversiones que deben realizar en las infraestructuras son grandes, y cuesta luego mucho trabajo amortizarlas. En las estaciones de esquí hay dos fórmulas: O son públicas o detrás de ellas hay un grupo privado con intereses inmobiliarios. No hay otras opciones para salir adelante.
¿El objetivo para la presente temporada en La Pinilla sigue siendo recibir 100.000 visitantes?. No me parecería serio ponerme objetivos de ese tipo habiendo llegado en febrero, sin haber planificado la temporada. Quiero primero marcarme objetivos que estén en mi mano, como actualizar la gestión interna de la estación o emprender una labor comercial de la misma.