Se trata de empresarios independientes que en general comenzaron a construir esquís en el trastero de una tienda, o en el típico garaje donde tantas empresas han comenzado en Estados Unidos. Son profesionales ligados al mundo de la nieve durante años, que decidieron fabricar material a la medida que ellos creían que se adaptaba mejor al mercado que ellos tocaban, y de paso venden tablas a otros aficionados que confían en ellos. Lo que en un principio era una manera de pagarse la fabricación, hoy es un negocio que les reportan un buen complemento a su facturación anual. En cualquier caso, estamos hablando de ventas que giran entorno a los 10 a 700 pares de esquís, dependiendo del fabricante.
Es el caso de Fat-ypus, una pequeña marca de Colorado, que fue la primera que introdujo el super-fat (140mm de tabla) hace cinco años, que según anuncia, ha duplicado la venta de sus esquís, de los 400 en 2007, a los mas de 800 pares este 2010.
Otra de las empresas que han incrementado ventas es Moment Skis, de Reno, Nevada, verdadero 'pool' de estas empresas. La marca es el paradigma de las empresas independientes, ya que comenzaron hace 10 años en un garaje, hasta que apareció un recién licenciado en Economía, que decidió apostar por la empresa poniendo parte del capital para crecer. Hoy sus ventas se cuentan por miles. Tanto es así, que no dan a basto para fabricar todo lo que tienen encargado. El año pasado estaban en fase de buscar un nuevo emplazamiento más grande, o ampliar las actuales infraestructuras.
En cualquier caso, se espera que este año las ventas de esquís vuelvan a alcanzar los 700.000 pares (el doble que Francia con el mismo número de días de esquí vendidos), cifra que se alcanzó en 2008, y se perdió el año pasado tras vender 59.000 esquís menos.