"Es una locura, algo muy perjudicial para los intereses de los comerciantes y hosteleros de la zona. Cuando empiecen a cobrar, si alguien para para tomar un café en mi restaurante, además del euro y medio tendrá que desembolsar el precio del parking, por lo que muchos de los clientes no vendrán.
En términos similares se expresa Manuel Ochoa, dueño del restaurante Casa Ochoa, quien sostiene que la medida es "de pena". En este sentido, critica la gestión del alcalde de La Granja, el socialista José Luis Vázquez:
"Lo único que le interesa es recoger los cuartos. Por eso pide los 50.000 euros de la subasta [de los aparcamientos] y no se fija en los precios que tendrán que pagar los usuarios. Mientras tanto el Ayuntamiento hace dejación de sus funciones y mantiene el estacionamiento en unas condiciones lamentables".
En el restaurante Pasadoiro tampoco cae en gracia que sus clientes tengan que pagar en el futuro por estacionar.
"Eso ahuyentará a muchas personas, sobre todo en un momento de crisis económica como éste".
Unos kilómetros más abajo, en el pueblo de Navacerrada, la situación se ve desde otro prisma: "Antes de cobrar deberían adecentar los aparcamientos, que están hechos una pena", considera el presidente de los empresarios locales, José Sánchez Sanz. En la otra vertiente, en Rascafría, creen que esta medida les podría beneficiar: "Muchos clientes pasarán de largo el puerto y se irán a Rascafría", asegura Alfonso Velasco, presidente de los comerciantes del municipio.
Fuente: