Salir de una lesión implica mucho trabajo psicológico. En su caso, ¿vuelve a ver una película que ya ha visto?
El problema fue que estaba contenta con la recuperación de la lesión anterior, pero me volví a lesionar. Entonces, quieras o no, ahora llevo lo de la anterior y lo de ésta. Y no es fácil. Pero estoy contenta, porque la progresión ha sido muy positiva.
¿Por qué se saltó el gigante de Aspen?
No fui a Aspen, porque cuando te lesionas, te reservan durante cuatro carreras, por decirlo de alguna manera, los puntos 'buenos', los que tenía cuando me lesioné. No haber ido suponen quince días más de entrenamientos, una opción más que positiva. En Soelden empecé, porque queríamos saber dónde estábamos. Si hacía todas las carreras seguidas, el cupo se acababa en diciembre. De esta forma se acaba a mitad de enero. Me hacía falta más entrenamiento y estoy convencida de que ha sido lo mejor.
Además, ese sitio le traerá malos recuerdos, ¿no? Sus dos lesiones fueron preparando y compitiendo en Aspen, precisamente.
De Aspen también tengo recuerdos buenos, porque ahí también gané. Pero en cualquier caso, también se trabaja para que los malos recuerdos no te afecten. Pero lo que más pesó fue la posibilidad de entrenar más días. He podido entrenar supergigantes, también. Algo que de haber ido, no hubiera hecho. Vamos mejor preparados.
¿De Soelden se marchó enfadada? ¿Salió triste de allí?
De Soelden me fui contenta, porque el haber estado allí ya fue un éxito. Para mí fue una alegría estar ahí. Aunque sí me hubiera gustado haber logrado otro tipo de resultado. Sobre todo, después de lo que pasó el año anterior, con la otra lesión. Tras analizar el vídeo, vi que había fallado en el muro, donde cometí un error importante con la pierna mala. Me recuperé bien, pero, a partir de ahí, de forma refleja, el cuerpo reaccionó para evitar otra lesión. Y eso jugó en mi contra. Pero ahora hemos entrenado mucho este tipo de situaciones y lo mejor es que las rodillas están perfectas, para olvidarme de ellas.
¿Con cuántos días más de esquí llega a Are respecto a Soelden?
Ahora llevamos 52 días. A Soelden llegué con treinta y tantos.
¿Tanto se notan esos días?
Se notan, se notan. Un día efectivo supone mucho. Notas que te adaptas mejor, que la técnica te va saliendo cada vez más. Antes tenía matices que salían solos y que después de una lesión tienes que pensarlos. No es fácil recuperar todas esas sensaciones. Volver al nivel que yo estaba no es fácil. Pero ahí estamos, luchando. Y la verdad es que tengo un equipo detrás que es muy bueno, en el que cada uno hace su papel. La verdad es que creo que estamos haciendo un trabajo genial. Y el trabajo está saliendo.
Aquí en Are logró su primer triunfo en Copa del Mundo. ¿Qué recuerdos tiene de ese día?
Tengo recuerdos muy bonitos. Me recuerdo bailando 'la Bamba' en el escenario, después de la carrera (ríe). Fue una prueba muy intensa. En la primera manga iba segunda y no sabía si iba a ganar o no. Luego puse todo en la segunda manga y le saqué mucha ventaja a la segunda, que fue Nicole Hosp. Fue fantástico. Es algo que sueñas desde pequeña. Y poder conseguirlo fue todo un triunfo.
No ganó su primera carrera hasta los 29 años. ¿Pensó alguna vez que ese momento no iba a llegar nunca?
Hombre, claro que lo piensas, porque trabajas y trabajas para ello y ves que no llega... pero ahí está la constancia, el trabajo del día a día y el no tirar nunca la toalla. Luchas por tus sueños y por lo que quieres. Y en ese momento, las cosas salieron.