Diseñado por los mismos ingenieros que fabrican las tablas para Lindsey Vonn, Bode Miller o Didier Cuche, está fabricados en sandwich de madera, y se complementan con las fijaciones Pzero de Tyrolia y bastones de carbono diseñados por Cober. Las tablas llevan ocho elementos de metal situados en el esquí que ayudan, según el fabricante, a controlar la conducción en la pista, mejorando la transmisión de movimientos y la sensación de seguridad.
Se trata de unas fibras piezoeléctricas que transforman la energía mecánica producida en la torsión, en energía eléctrica en tan solo 5 milisegundos. Por tanto, si el esquiador avanza lentamente o en nieve blanda, el esquí se vuelve mas suave; si por el contrario se coge más velocidad y se precisa de mayor resistencia y clavado de cantos, el esquí se 'endurece'.