De momento las mejores marcas la tienen la sueca Sanna Tidstrand, que en 2006 logró descender a 242,59 km/h y el italiano Simone Origone, que actualmente es el corredor más veloz de la tierra, con 251,40 km/h, una cifra inscrita en el Record Guinness.
La pista de Chabrières, es un espectacular trazado que ese día ha de estar perfectamente pisado, parte desde los 2.715 metros de altitud, para acabar en los 2.220 metros con un desnivel total de 495 metros y una longitud total de 1.220 metros. El record oficial de la pista está en 243.105 km/h, conseguido por P.Billy en 1997.
Los records actuales de velocidad sobre nieve son los siguientes:
Con equipamiento especial:
Record feminino: Sanna Tidstrand (SUE) 242.590 km/h Les Arcs Pro mondial 2006
Record masculino: Simone Origone (ITA) 251.400 km/h Les Arcs Pro mondial 2006
Record Junior: Jonathan Moret (SUI) 248.100 km/h Les Arcs Red Rock Cup 2002
Record veteranos: Philippe Goitschel (FR) 250.700 km/h Les Arcs Red Rock Cup 2002
Solo equipo homologado FIS (Sin traje aerodinámico, esquís máximo de 225 cm, etc...)
Record masculino esquí: Mathieu Sage (FR) 210.770 km/h Les Arcs Pro mondial 2006
Record femenino esquí: Charlotte Bar (FR) 200.110 km/h Les Arcs Pro mondial 2006
Record Snowboard: Darren Powel (AUS) 201.907 km/h Les Arcs Pro mondial 1999
Record monoski: Xavier Cousseau (FR) 212.26 km/h Les Arcs Pro mondial 2006
El esquí de velocidad es una de las disciplinas mas antiguas de los deportes de nieve. Hace mas de un siglo, los buscadores de oro nortemaericanos se lanzaban en largos esquís por las Rocosas, aunque solo lo hacían por diversión. Es de suponer que en Escandinavia, ataviados con telemark también debían probar cuan rápido llegaban de un punto a otro, pero es el Dr. Walter Amstuzt de St. Moritz, un gran esquiador que buscaba nuevos retos, quien comenzó a registrar y buscar lugares apropiados para realizar los descensos más rápidos para dar respuesta a la limitación de los esquiadores.
Y es por eso que en 1930 organiza la primera competición de Kilómetro Lanzado, en una prueba que bautiza como "Trophée des Bouquetins Volants" (el trofeo de las cabras volantes) y en 1932 se registra oficialmente el primer record mundial de velocidad: 139.60 km/h alcanzados por el joven austriaco Leo Gasper. Casi sin querer, se inicia una fabulosa aventura humana y tecnológica por ver quien logra ser el más rápido del planeta.
Despues de la II Guerra Mundial, los italianos se interesan también por esta modalidad, y en Cervinia crean el primer "Kilometro Lanciato" en 1959. Rápidamente, esquiadores llegados de todos los puntos del planeta, se inscribe en el Trofeo Rivetti de KL. En 1974 se incorpora a la escena internacional el norteamericano Steve McKinney, quien realizó su primer descenso de velocidad en el Plateau Rosa de Cervinia, y cuatro años mas tarde logró superar la mítica barrera de los 200km/h en la pista de Ski Portillom, en Chile.
La edad de oro de esta disciplina del esquí es en 1982, cuando Les Arcs debuta como sede para el Kilómetro Lanzado, y durante los Juegos Olímpicos de Albertville 1992 puede acoger la prueba. Nadie mas la quiso acoger en el resto de Olimpiadas de invierno, por lo que los únicos medallistas de oro olímpica de esta disciplina son el francés Prufer Michael que registró los 229.232 km/h, y la finlandesa Tarja Mularin que alcanzó los 219.245 km/h.
A partir de 2004 la FIS se entromete creando unas reglas, por lo que aparecen dos competiciones, la oficial FIS y la del Kilómetro Lanzado, que es donde realmente se alcanzan velocidades astronómicas, y es aquí donde el italiano Simone Origone logra el último de los registro: 251,40 km/h, mientras que la sueca Sanna Tidstrand se encarga de llevar el record femenino hasta los 242,59 kilometros/h.