Rienda afirma su satisfacción con un esquí 'menos carving'

La esquiadora española María José Rienda, sexta en la primera prueba de la Copa del Mundo, celebrada en Solden, sueña con una medalla en los Juegos Olímpicos de Turín del próximo año, aunque considera que los pronósticos están muy abiertos.

Rienda, que ofreció una conferencia informativa en Barcelona organizada por su firma de material, Quicksilver-Rossignol, analizó su futura participación en la cita italiana, a la que llega "sin presión, aunque la gente se ha acostumbrado bien".

La española se refería con esa afirmación a sus dos victorias en la Copa del Mundo de la pasada temporada, éxitos que desea al menos repetir, "porque la participación en esa competición dará las pautas para saber cómo llega una a los Juegos Olímpicos".

María José Rienda, aunque sueña con una medalla, admite que "otra cosa es la realidad" y se impone la obligación de trabajar "sin olvidar detalles, porque son los que al final cuentan".

Rienda confirmó que se centrará en las pruebas de gigante, aunque también entrena el eslalon y el supergigante, y explicó que esta pretemporada se ha ejercitado "con un esquí menos 'carving" y que va más directo sobre la línea'.

De momento, la española siente parte de la victoria de la eslovena Tina Mazen en la primera prueba de la Copa del Mundo de esquí alpino: "Es una gran rival que forma parte de mi equipo, porque los pequeños nos juntamos para hacer un grande".

En Solden acabó sexta tras tener muchos problemas en la segunda manga de los que culpó a la "falta de adaptación, porque la pista estaba más dura que otros años".

María José Rienda destacó de todos modos ese sexto puesto, así como las escasas diferencias entre las quince primeras, algo que hace extensivo a los Juegos Olímpicos.

Para la granadina, es "imposible" hacer pronósticos para la cita de Turín, "donde pueden ganar los que lo han hecho todo el año en la Copa del Mundo o salir alguien con menos presión".

La conclusión de María José Rienda es que, "cuanto menos tensión tengas, mejores resultados se obtienen", aunque insistió en la dificultad de dar nombres de favoritas.

Rienda, por ahora, confía en la mejoría que ha experimentado su espalda desde que trabaja con una osteópata y, lejos de fijar día a su retirada a sus treinta años, únicamente desea que España se haga "con alguna cita mundial fija" para que surjan en el futuro esquiadoras como ella.

La representante española con mayores opciones en Turín fue preguntada también por la defensa realizada por el campeón mundial Bode Miller del empleo de sustancias dopantes que, a su entender, podrían aumentar la seguridad en el esquí y, tras posicionarse en contra de esta teoría, puntualizó que, "en este deporte, lo que cuenta sobre todo es la técnica".